La situación del mercado laboral y la dificultad para acceder a un puesto de trabajo impacta con mayor fuerza en los colectivos vulnerables. El concepto de vulnerabilidad, tal y como lo conocemos hoy en día, se extiende a sectores de la población no vinculados tradicionalmente a éstos, como son los parados de larga duración, los discapacitados, los inmigrantes, los jóvenes en riesgo de exclusión social o las personas mayores de 45 años.