La identificación y seguimiento de buenas prácticas supone un factor diferencial de mejora en el rendimiento y performance de los empleados. Y aplicar mecanismos de analítica avanzada en este campo hace que las organizaciones sean capaces de detectar buenas prácticas que, de otro modo, resultaría muy difícil, sobre todo en los casos de empresas que cuentan con un número de empleados elevado o plantillas muy repartidas geográficamente.