El estrés postvacacional no es una enfermedad, es un estado de apatía generalizada, con síntomas físicos y psicológicos tras largos periodos de desconexión. De hecho, es bastante común porque un 35% de la población lo sufre. Tristeza, falta de interés, irritabilidad, fatiga extrema, falta de concentración o insomnio son algunos de los síntomas que se sienten con el síndrome postvacacional.