Presentarse a una Oposición no es una acción que se limite solo a estudiar. Conlleva tener en cuenta ciertas consideraciones, algunas de ellas personales, como la de si realmente el candidato desea ejercer las funciones laborales para las que se va a preparar. O si está emocionalmente en condiciones para afrontar un periodo de su vida en el que deberá estar dispuesto a renunciar a aspectos que, probablemente, no consideró cuando inició este camino de preparación.