La normativa europea y española en materia de movilidad de los trabajadores exige a las empresas cumplir con múltiples exigencias, tales como la comunicación previa al desplazamiento de un trabajador para la prestación transnacional de un servicio, garantizar el cumplimiento de determinadas condiciones de trabajo mínimas de acuerdo con la normativa del país del destino, el mantenimiento a disposición de la autoridad laboral de la documentación acreditativa del desplazamiento, etc.