Con la irrupción de las nuevas tecnologías y la llegada de nuevas generaciones al mercado laboral, la forma de trabajar está cambiando. Las empresas necesitan cada vez más información sobre los candidatos, y, a su vez, los candidatos tienen cada vez más altas expectativas de las empresas en las que quieren trabajar. Así, tanto reclutadores como candidatos deben ponerse al día con las tendencias emergentes si quieren mantenerse competitivos.