Los profesionales de RRHH se han encontrado en los últimos tiempos frente a un reto a la hora de gestionar las asignaciones internacionales de corta duración. Muchas compañías están empezando a incluir en sus políticas de expatriación este tipo de movilidad por un tiempo no superior a los 9 meses. Sin embargo, sigue existiendo, en gran medida, un vacío legal en los ámbitos de Seguridad Social, fiscalidad y migratorio.