Las cuestiones reputacionales en el sector de servicios financieros están teniendo un fuerte impacto a la hora de retener a los mejores profesionales. En este sentido, la limitación a la retribución variable introducida por la directiva europea denominada CRD IV1 para aquellos empleados cuyas actividades pueden tener un impacto significativo en el perfil de riesgo de la entidad supone una desventaja competitiva muy significativa respecto a entidades norteamericanas o asiáticas que pueden mantener sus políticas retributivas diseñadas en función de las necesidades del negocio. Este tipo de limitaciones están teniendo consecuencias imprevistas sobre cómo los profesionales están enfocando sus carreras a nivel geográfico.
La situación se agrava por la fuerte presión del talento procedente del sector de alta tecnología. Desde un punto de vista financiero esto supone una “amenaza” por los costes de contratación asociados y, desde la perspectiva estratégica, porque tener a las personas adecuadas en la plantilla es crucial para el éxito del negocio.
Grandes compañías están tomando medidas para reducir el riesgo de perder talento, principalmente relacionadas con la compensación. Según el estudio de Towers Watson Global Workforce Study 2014, la compensación tiene una importancia primordial para los candidatos en el momento de decidir si se incorporan y para los empleados para permanecer en la compañía.
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