La nueva revolución industrial ha llegado de la mano de las impresoras 3D. Con ellas actualmente se puede imprimir casi cualquier objeto en una gran variedad de materiales. Esto contribuye, no sólo a poder imprimir objetos cotidianos, sino que también de cara al sector industrial, se convierte en un aliado a la hora de implementar un stock de productos de almacén de forma virtual, sin necesidad de disponer de un gran espacio físico para su almacenaje.
Tras un análisis realizado por EXES para adaptar sus procesos formativos a la demanda del mercado ve 5 sectores en los que esta nueva tecnología será primordial en los próximos años:
– Sector industrial: La fabricación de herramientas industriales por una impresora 3D hará que las tiendas puedan disponer de los productos que venden sin necesidad de contar con otros proveedores, la producción no se verá paralizada ya que las piezas se harán en el momento y a un coste muy inferior al que conllevaría el arreglo de la maquinaria.
– Sector médico. Por un lado está la fabricación de prótesis y por otro, partes del cuerpo humano hechas de un material compatible con el tejido orgánico y que pueden llegar a usarse para reemplazar órganos que necesitan un trasplante.
– Alimentación. La tecnología de cocina digital es tan sencilla que seguramente dentro de tres a cinco años todos vamos a tener una impresora 3D para comida al igual que hoy tenemos microondas.
– Textil. La impresión 3D permitirá crear modelos de prendas de todo tipo hechas a medida para cada persona como vestidos, camisetas y hasta ropa interior.
– Construcción. Ya existen varias empresas desarrollando impresoras con la capacidad de imprimir cualquier estructura arquitectónica que encaje en un cubo de 6 metros por lado.
– Automoción. Este sector ha pasado de utilizar esta herramienta para diseñar piezas y maquetas a fabricar vehículos completos. Pero no sólo los fabricantes, en un futuro, los talleres podrán hacer la pieza de recambio a petición del reparador sin tener que esperar a recibir la pieza del fabricante en caso de no tenerla disponible en stock.
Se trata de una tecnología fácil de usar, compatible con el sistema de diseño utilizado por la mayoría de empresas, intuitiva y sin excesivos costes de mantenimiento. “Este puesto requerirá de un especialista, formado en las técnicas y programas de impresión, versátil y que será el encargado de la fabricación de piezas 3D en cada una de las empresas. Será necesario tener una titulación determinada y su salario sobrepasará los 50.000 euros al año”, explica José Antonio Álvarez, director general de EXES, compañía española especializada en la capacitación profesional en materias de Tecnologías de la Información e Industriales.