Las ofertas de trabajo demandan títulos profesionales, habilidades personales, conocimiento de idiomas y muchas otras aptitudes que son necesarias para el puesto de trabajo ofrecido. Los candidatos tienen que explicar sus logros, su personalidad, su capacidad de comunicación… pero también es necesario que el candidato se informe de aspectos relativos a la propia idiosincrasia de la empresa. ¿Cuál es la actividad de la organización? ¿En qué mercados está situada? ¿Cuáles son sus valores? ¿Tengo posibilidades de promocionar dentro de la compañía? Además de una preocupación mayor: ¿Cuál será mi sueldo?
Muchos profesionales de selección preguntan al candidato sobre las expectativas salariales del candidato y la gran mayoría de candidatos no saben cómo responder a esta pregunta. Según la Comunidad Laboral Universia-Trabajando.com, la respuesta correcta es demostrar que, independientemente del salario, el candidato está interesado por el proyecto, especialmente en aquellos casos en los que somos primerizos en entrar al mercado laboral.
En cambio, a lo largo de una carrera profesional existirán momentos en los que hablar directamente del salario que queremos es el modo de tratar el tema directamente. En este sentido, las habilidades de negociación tienen un papel protagonista. “Sin duda uno de los temas más complejos de abordar en una entrevista laboral es el sueldo. La respuesta por supuesto variará según nuestra experiencia profesional y situación, pero lo importante siempre es responder con confianza demostrando nuestro compromiso por el proyecto”, comenta Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España y HR-Consulting.
DEMUESTRA QUE ERES EL CANDIDATO IDEAL
Los candidatos que se presentan a los procesos de selección deben demostrar que son los mejores para el puesto de trabajo que se oferta. Tienen que hacer ver que su incorporación dará un valor añadido a la organización. En este sentido, los logros adquiridos en otras experiencias laborales son de gran ayuda.
“Si por ejemplo la banda salarial que ofrece la compañía se sitúa por debajo de lo esperado, se recomienda evitar rechazarla de entrada y poner todos los esfuerzos en proponer su aumento”, aconsejan desde la Comunidad Laboral.
Esta negociación es el momento idóneo para tratar aspectos, igualmente importantes, y que van más allá del tema económico. Entre ellos están la flexibilidad horaria, las posibilidades de desarrollo… En general, las condiciones laborales al margen del salario.
Es más, en los últimos años la negociación que no tenía que ver con temas retributivos ha adquirido cada vez más peso, especialmente en las nuevas generaciones. Esto se debe a que las generaciones venideras valoran los beneficios que les permite tener equilibrio entre su vida personal y la laboral.
¿CÓMO NEGOCIO MI SUELDO?
- Deja siempre para la fase final este asunto, siempre y cuando no lo haya planteado el reclutador con anterioridad. La negociación se debe hacer una vez el candidato se encuentra en la etapa final del proceso.
- Nunca rechaces sin más la primera propuesta: si no cumple las expectativas, pero el puesto nos interesa, se deberá entonces negociar los aspectos no económicos, y las posibilidades de un futuro aumento de remuneración. Aquí hay una pregunta clave: ¿qué necesitarían para que en seis meses o en un año pueda cumplir alcanzar mis objetivos económicos?
- Averiguar cuál es la banda salarial del mercado laboral por un puesto similar, en ese determinado sector, y según tu experiencia y valía.
- Demostrar interés y motivación por el puesto ayudará a alcanzar una buena negociación.