Con una duración de dos días, 9 y 10 de mayo, Laboral MAD ha tenido un gran éxito de afluencia. Clece entrevistó a 1.843 candidatos, cubriendo con la capacidad que se tenía de entrevistas en las dos jornadas, y recopiló más de 1.200 currículums adicionales de personas que se entrevistarán en las próximas semanas.
“La respuesta ha sido excepcional. Ya antes de abrir las puertas de Laboral MAD habíamos superado en la web habilitada para el registro los 2.000 currículums. Gran parte de los mismos, se ha conseguido gracias a la colaboración de cerca de 40 entidades sociales encargadas de hacer la labor de intermediación en los perfiles de integración, y a las que queremos dar las gracias por su implicación”, explica Iñigo Camilleri, responsable de Selección y Desarrollo de Clece.
Una nueva fórmula de selección
Laboral MAD ha sido un primer proyecto piloto diseñado a medida por Clece. Concebido como un espacio abierto en el que generar la mejor experiencia posible para el candidato, estaba dividido en tres áreas. En las dos primeras, el candidato podía conocer Clece y las características del trabajo en un entorno audiovisual, y esperar su turno en una zona habilitada con wifi. La última zona, contaba con más de 20 puestos donde técnicos de selección, de forma simultánea, entrevistaban a los candidatos que contaban con una reserva de horario de entrevista.
A pesar del volumen de la convocatoria, Laboral MAD ha conseguido escapar de los formatos tradicionales desarrollando con éxito una nueva fórmula de selección. “Estamos acostumbrados a procesos ordinarios de selección, pero buscábamos algo diferente y significativo, donde el candidato fuera el protagonista”, cuenta Rocío Márquez de la Plata, responsable de Selección de Clece en la zona centro.
Con Laboral MAD, Clece ha creado un punto de encuentro donde todos los elementos de la cadena de valor de la selección de personal se unen en el mismo espacio: candidato, intermediario y empresa. “Creemos que es el formato idóneo para poder cubrir los 2.000 puestos que ofertábamos”, comenta Íñigo Camilleri.