Los profesionales de recursos humanos llevan años tratando de navegar en un mar que, lejos de estar en calma, se encuentra cada vez más bravo. Los problemas a la hora de reclutar profesionales no hacen más que agravarse y, aunque se llevan a cabo estrategias más complejas, las empresas se han visto envueltas en una tormenta de la que nadie parece poder escapar.
Sobre esta problemática han investigado Randstad y la CEOE en su “Informe de Tendencias de Recursos Humanos”. De él se extrae que el 72% de las compañías españolas tiene dificultades para cubrir vacantes en su plantilla. Y no sólo eso, sino que 9 de cada 10 han buscado algún perfil últimamente y han tenido problemas para encontrarlo, especialmente cuando se habla de perfiles cualificados.
Y es que esta situación parece recrudecerse hasta tal punto que las compañías actualmente necesitan más tiempo para encontrar el talento de lo que requerían antes de sufrir la pandemia.
De hecho, la mayor parte las empresas encuestadas, concretamente el 93%, señalan que cubrir una vacante en 2023 está resultando igual (52%) o más difícil (41%) que el año pasado, mientras que solo el 7% señala que es más sencillo que en 2022.
¿Cuál podría ser el origen de la tormenta?
Nadie sabe a ciencia cierta el motivo exacto por el que hemos llegado a este punto. Sin embargo, parece tratarse de un problema multicausal que aúna diferentes causas que nos han podido conducir a la situación actual.
Según el informe citado anteriormente, entre los factores que más dificultan la selección y la contratación se encuentra la escasez de profesionales (elegido por el 64% de las empresas), la gran competencia existente entre las compañías (55%) y la posibilidad de que el sector de actividad no resulte atractivo para los profesionales (49%).
Estrategias diversas que resultan insuficientes
En cuanto a las estrategias para afrontar el déficit de talento, las compañías apuestan mayoritariamente por las políticas de flexibilidad (47%), el employer branding (45%) y el restablecimiento de los criterios de selección (41%).
Entre las medidas de flexibilidad más populares se encuentran poder elegir el horario de entrada, contar con unas vacaciones flexibles, el teletrabajo y la jornada intensiva.
Pese a todas estas propuestas, que no son nuevas, las empresas españolas continúan sumergidas en una batalla por el talento que parece difícil ganar a corto plazo.
Los problemas para encontrar profesionales adecuados no son los únicos a los que deben hacer frente las compañías en la actualidad. Estamos acercándonos a una tormenta perfecta en la que se suman nuevos retos y otros ya existentes.
Según el propio tejido empresarial, este año deben mejorar:
- la productividad (58%),
- la adaptación operativa al nuevo contexto económico y social (57%)
- y la búsqueda de eficiencia en el ámbito financiero (45%).
- Las empresas consultadas también señalan otras piedras en el camino, como incrementar el rendimiento con una mejora de la experiencia del cliente y/o de la calidad de los productos o servicios (42%)
- y la inversión en innovación y tecnología que sea capaz de mejorar la seguridad digital u optimizar el trabajo con las TIC (31%).
En este sentido, la mayoría de las empresas prevén realizar diferentes tipos de cambios organizativos para cumplir con los retos y adaptarse a la compleja realidad económica actual. Los encuestados apostarán principalmente por reducir gastos (en el 87% de los casos), impulsar la digitalización y la innovación tecnológica (82%) e incrementar el rendimiento (79%).