Hay veces en las que varios datos confluyen desde diversos puntos para sustentar una idea. Parece que es el caso de lo que he adelantado en algún artículo con el papel del jefe en las organizaciones que transitan en la sociedad red. Ya el nombre en sí mismo da la sensación de algo obsoleto, de otra época.
«Para ser un buen jefe hay que parecerse a un buen árbitro: estar pero sin que se note y tomando las decisiones clave de forma correcta»
En pocas organizaciones aparece como descripción del puesto esa palabra. De hecho, una de las contraposiciones que más he visto en los últimos tiempos es la de jefe vs. líder, en la que la primera sale bastante peor parada que la segunda. De hecho, en esta comparativa, el jefe pasa a ser una de las caras que el líder ofrece en caso de que sea necesario. Una OPA hostil semántica en toda regla. El líder mola, el jefe no.
Conoce más al respecto en la revista impresa de Observatorio de Recursos Humanos en el artículo escrito por Francisco J.Fernández Ferreras, Consultor experto en Capital Humano Miembro del GIOS (ETSII-UPM).