Dos son los aspectos que más pueden influir en el aumento de la productividad y de la ventaja competitiva en un mundo hiper-conectado, según apunta Avanade en su blog: la diversidad de la fuerza laboral y la flexibilidad de los entornos de trabajo digitales.
En el año 2013 una investigación del Centro de Nueva York por el Talento Innovación reveló que las empresas con mayor diversidad eran un 45% más atractivas para atraer nuevo talento y un 70% más proclives a entrar en nuevos mercados. Y más recientemente el Instituto Americano de Sociología ha dado a conocer datos que demuestran que un aumento del 1% en la diversidad étnica y de género se correlaciona con un incremento del 3% en sus ingresos.
La construcción intencionada de equipos diversos favorece que la interacción entre sus integrantes derive en soluciones innovadoras que desafíen la norma. «La diversidad impulsa la innovación y la que inclusión fomenta la creatividad» -sentencian desde esta consultora tecnológica-. Los lugares de trabajo inclusivos alientan una mayor creatividad que, en última instancia, repercute en una mejor experiencia de clientes y empleados».
El trabajo digital desbloquea la productividad
Las expectativas que todos tenemos en torno al trabajo han cambiado radicalmente y ahora estamos más acostumbrados a tener mejores dispositivos digitales fuera que dentro de él. En el futuro, el espacio de trabajo digital será cada vez más un imperativo y, tal y como recoge Avanade, ya hay investigaciones que sitúan en un 70% a las personas que reconocen que es más saludable el trabajo fuera de un espacio de oficina tradicional.
No obstante, conviene recordar el el trabajo digital es algo más que tener aceso al correo electrónico con nuestro propio dispositivo móvil, utilizar la voz sobre IP para llamadas de trabajo o seguir las noticias de la empresa a través de las redes sociales. Para que el trabajo digital pueda llamarse como tal y tenga un impacto significativo en la productividad se requieren cambios más significativos en la forma de trabajar. Las organizaciones que están consiguiendo ventajas competitivas con las tecnologías digitales lo están logrando creando contextos inteligentes para los empleados vía adaptación de los procesos de negocio, la redefinición de las funciones que éstos conllevan y la adecuación de las tareas de cada empleado.
