Entras en cualquier sitio a tomar un café y te encuentras un montón de gente enganchada a su Smartphone, haciendo cosas tan importantes como chequear por trigésimo segunda vez su correo, leer los tweets de esa mordaz twitstar o quemar los megas de su tarifa de datos revisando las imágenes de su timeline en Instagram…

David Torné, experto en productividad personal, admite que las redes y los dispositivos móviles enriquecen el día a día siempre y cuando «se utilicen como Dios manda». Es cierto que las nuevas tecnologías nos cambian y nos empujan a hacer las cosas de distinta manera, a modificar nuestros hábitos… algunas veces para mal.