Si quieres trabajar mejor hazlo menos horas. Así lo viene a decir una reciente investigación de la OCDE que concluye con una interesante correlación: cuantas más horas trabajemos, menos productivos seremos.
El gráfico adjunto muestra las horas trabajadas por persona en los países de la OCDE entre 1990 y 2012, y el PIB generado por hora trabajada y el mapa resultante no deja lugar a dudas: la productividad es más alta cuando las personas pasan menos horas en el trabajo.
Otro estudio de la Universidad de Stanford apunta en la misma dirección. Basándose en datos recopilados durante la Primera Guerra Mundial sobre la productividad de los trabajadores en la industria de la munición, el investigador John Pencavel llega a la conclusión de que en el equilibrio está la clave: trabajar más horas no necesariamente aumenta la producción, pero tampoco trabajar una semana muy corta. En su estudio ha constatado que el número óptimo de horas productivas en aquél entorno industrial era de 48 por semana y que por encima de esa cantidad la producción caía. Aunque estos resultados parecen indicar que trabajar hasta 50 horas a la semana podría asegurar unos ritmos elevados de productividad, lo cierto es que hay que la antigüedad del estudio no permite tomar en cuenta las circunstancias actuales en el que se desenvuelven las profesiones del sector servicios: el tipo de trabajo realizado por la mayoría de los trabajadores en los países avanzados es principalmente autodirigido y requiere del compromiso intelectual del empleado.
Sea como fuere, estas últimas investigaciones podrían alentar a las empresas a dejar de centrarse tanto en el número de horas que sus empleados están trabajando, y a buscar, en su lugar, la manera de optimizar la productividad.
Un comentario
Sebastian Fernandez
27 abril 2016 at 04:37
Excelente post lo compartire, muy buena informacion
http://primerotusmetas.com
Comentarios cerrados