Según datos del estudio realizado por Zigurat, en colaboración con Setesca, un 85,7% de las empresas está implementando prácticas de transformación digital. En el ránking de las soluciones que más se están implementando, se encuentran, en primer lugar, el Big Data, con un 69,6%. Y es que las empresas se encuentran ante una problemática del uso y recopilación de los datos. De hecho, el análisis llevado a cabo por New Vantage muestra que el 53% de las empresas afirma que sus equipos no disponen de competencias para el tratamiento de los datos y su aplicación al negocio. Ante este contexto, tal y como se destaca desde Biwel, el partner de bienestar de las empresas, las compañías están poniendo el foco en el Big Data y más aún en el Smart Data con el fin de poder recopilar y analizar toda esta información para desarrollar políticas de gestión del personal eficaces y seguras. En concreto, se observa una tendencia en la implantación de esta tecnología en el ámbito de las políticas de bienestar y salud laboral.
El reto de la gestión estratégica de los datos
El Smart Data se presenta como una herramienta perfecta para poder recopilar información y poder analizarla, entenderla y, finalmente, dar una respuesta útil y eficaz en base a ella. Además, de esto incluye servicios más avanzados y sofisticados ya que da «valor» a esa información. «En el ámbito de los RRHH nos encontramos ante un reto. El reto de contar con una gestión estratégica de datos sobre el capital humano para la ayuda a la toma de decisiones», afirma Estel Mallorquí, cofundadora y directora de Biwel, a lo que añade que «los datos, recopilados y tratados de un modo óptimo e inteligente pueden ser muy valiosos en la toma de decisiones dentro del área del bienestar y salud de los trabajadores».
Análisis predictivos y machine learning en el área de la salud laboral
Y es que los datos de salud pueden albergar en sí mismos una gran cantidad de información: datos estrictamente de salud, datos de perfil del usuario, datos de comportamiento… Saber entrelazar toda esta tipología de información puede ayudar a detectar las necesidades de salud más urgentes de la plantilla, prevenir enfermedades no transmisibles causadas por los malos hábitos de salud, apoyar el trabajo del servicio médico, etc. Todo ello en relación a otras variables como el absentismo y las bajas laborales, la satisfacción y experiencia del empleado, los sueldos e incentivos, la productividad, etc. Saber tratar toda esta información es clave para poder obtener indicadores fiables. «El análisis conjunto de estos indicadores con los datos de salud nos permite hacer análisis predictivos y machine learning. De esta forma, podremos obtener perfiles específicos que, a medio y largo plazo, nos servirán para diseñar e implementar programas más focalizados y con mayor impacto», sostiene Mallorquí.
Tendencia: plataformas de bienestar
En este sentido, una de las tendencias actuales y que más se va a implantar en el próximo año es las plataformas de bienestar. Gracias a ellas es posible centralizar en una única herramienta todos los programas y servicios que la empresa ofrece a sus trabajadores. Del mismo modo, permiten analizar y gestionar en tiempo real la evolución de todos los programas de una forma segura y confidencial, ayudando a predecir comportamientos y patrones de salud, riesgos y estilos de vida. «El objetivo final es sensibilizar y empoderar a las personas para que escojan conductas más saludables, sostenidas en el tiempo, y generar un compromiso continuo consigo mismo, con la empresa y con su entorno», declara Mallorquí.