Cada año, aumentan las epidemias por alergias. Según el último estudio del SEAIC cada año más de un millón de personas acude por primera vez a la consulta del especialista con síntomas de rinoconjuntivitis o rinitis, mucosidad, congestión, picores nasales, lagrimeo, escozor y enrojecimiento de ojos. El principal causante de estas molestias es el polen, que afecta a cerca del 14% de quienes sufren alergias, seguido la hipersensibilidad a algún medicamento con un 6%, o a los alimentos con un 4% y a los ácaros también con un 4%.
Además, los síntomas de las alergias interfieren en la actividad cotidiana y perturban el sueño con frecuencia, que junto a la propia sintomatología conlleva una disminución del rendimiento y puede ocasionar un aumento del absentismo laboral y de accidentes laborales.
Casi el 15% de los trabajadores con alergia aseguran que su productividad disminuye
Existen multitud de alérgenos que se encuentran en espacios de trabajo como los isocianatos, persulfatos utilizados en peluquerías, productos de limpieza, etc.
Además, las oficinas son uno de los entornos laborales donde se encuentran alérgenos que pueden provocar efectos en la salud relacionados con la calidad de aire interior deficiente debido en parte al mal uso y mantenimiento de los filtros de aire acondicionado. Desde ASPY recomendamos el uso de EPIS y una correcta higiene laboral para evitar que las alergias puedan afectar a la jornada laboral.
Desde ASPY Prevención, Marián Illamola, médico especialista en Medicina del Trabajo, ofrece cinco consejos para prevenir las alergias o conseguir que su incidencia en el mundo laboral sea menor:
1. Cuidar la higiene laboral: es imprescindible mantener un espacio de trabajo limpio, bien ventilado y con la humedad ambiental correcta.
2. Mantener los filtros del aire acondicionado limpios: el mal uso y mantenimiento del aire acondicionado en las oficinas durante los meses primaverales puede agravar los efectos de las alergias y afectar a más trabajadores. Es necesario revisar cada año los equipos y limpiar los filtros, ya que éstos pueden acumular alérgenos perjudiciales para la salud.
3. Evitar el uso de sustancias olorosas como insecticidas o humo del tabaco. El humo del tabaco aumenta los efectos de la alergia ya que es un claro irritante de las mucosas respiratorias. Fumar causa hasta 4.700 sustancias que facilitan la entrada de alérgenos en el organismo.
4. Uso de EPIS. Para prevenir las alergias en algunos tipos de actividad (como el ámbito sanitario, industria química, veterinaria, agrícola…) es indispensable el uso de equipos de protección individual como las mascarillas y las gafas de protección ocular.
5. Vacunación: si tras tomar precauciones contra los alérgenos como las mencionadas anteriormente o la toma de antihistamínicos, la alergia prevalece, otra de las formas de prevenirla es la vacunación.