Frente a los procesos para facilitar la incorporación de nuevos profesionales a la empresa y organización, conocidos bajo la denominación de on boarding y que responde a un momento “positivo” para todos, se halla el menos conocido de off boarding que se halla vinculado a un momento menos “óptimo” como es salida del profesional individual o colectiva de la empresa y organización.
Ambos procesos exigen acciones, profesionalidad, transparencia e inversión por la empresa para ser un referente empleador mas allá de una etiqueta y pudiendo demostrar con hechos y acciones que existe un interés real por las personas de la organización tanto antes, como durante la prestación laboral y finalmente después de finalizar la misma.
Como ha expuesto María Pizzuto, Socia de Auren Blc, “el proceso de salida deber ser tan estratégico como el On boarding ya que tendrá un impacto en la imagen, reputación de la organización y también en el mercado tanto en el cliente como internamente en el resto de la plantilla afectando tanto al clima laboral como posiblemente en la productividad”.
Pizzuto, ha anunciado la creación por Auren BLC de un modelo integral único que comprende tres dinámicas claves que son determinantes para asegurar una adecuada experiencia de empleado: jurídica económica, emocional y comunicación, todas ellas “alineadas ya que cada una debe nutrir y apoyar a las otras y estar al servicio de las personas y el proceso en si mismo”.
Por su parte, Ignacio Hidalgo, Socio del departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social en Auren, analizó la dinámica jurídica del proceso de Offboarding partiendo de una idea clave: el derecho debe servir para aportar soluciones que permitan garantizar la finalidad del proceso tanto desde la perspectiva de la desvinculación individual como colectiva.
Partiendo de este punto, José Luis Casero, el Socio de Comunicación, planteó analizar el proceso de desvinculación como una situación dinámica pero también una respuesta estratégica de la organización, que debe estar preparada con protocolos de comunicación integrados con otras variables como los proyectos de employee branding y la necesidad de contemplar y preparar “acciones prácticas no solo de recolocación y mentoring, sino de otros tipos de vinculación como la creación de la figura del alumno”.