Nadie puede negar el gusto que tenemos las personas por buscar un nombre a todo. Ya no decimos trabajadores que viajan, ahora los llamamos “nómadas digitales”, que, sin duda, suena mucho más exótico y atractivo. Hemos dejado de llamar mayores a los profesionales que se encuentran en sus últimos años de vida laboral. Ahora son el “talento sénior”, un concepto con porte y cierto empaque. Nada que ver con trabajadores mayores. En la moda por inventar términos laborales llega la última tendencia… Los génior.
La primera vez que escuches esta palabra, es probable que pienses que es una combinación entre genio y sénior. Y puede que no te falte razón. Se considera que este colectivo de los génior lo conforman personas curiosas y proactivas ante su futuro, sobre todo en relación con las nuevas formas de trabajar, la vida sana, el ahorro y las relaciones sociales.
Esto se ve claramente entre los profesionales que se han visto obligados a transformar su actividad laboral y a adaptar sus carreras a las nuevas tendencias. Sobre todo, tras cambios en su trabajo por cuenta ajena, que se producen en el entorno de los 50 años, con prácticamente media vida por delante.
No hay duda de que en una sociedad cada vez más longeva, digital y colaborativa, es imprescindible cultivar la curiosidad y ser proactivos para adaptarse a los cambios sociales, económicos y tecnológicos que están cambiando rápidamente la realidad en la que vivimos. Como tampoco hay duda de que esta adaptación es mucho más compleja para las personas de mayor edad, puesto que han vivido épocas totalmente distintas y ya han sufrido infinidad de cambios a lo largo de sus vidas.
Génior, los genios que no pierden las ganas
No sorprende que se les considere, en cierto modo, “genios”. Porque son personas que literalmente han vivido en adaptación constante al cambio. Y llama la atención que aún conserven las ganas de ser proactivos, curiosos y estén dispuestos a cambiar (una vez más) su manera de entender la vida.
En esta línea se manifiesta Paco Abad, cofundador y director de la Fundación Empresa y Sociedad: “El tipo de vida al que estábamos acostumbrados ha cambiado. Ya no estudiamos, trabajamos y nos jubilamos. Ahora, la formación es continua, cambiamos varias veces de empleo a lo largo de la vida y la jubilación ya no es una etapa inactiva. O, por lo menos, no debería serlo pues debemos cultivar la curiosidad, independientemente de la edad que tengamos, y ser proactivos para ser capaces de reinventarnos personal y profesionalmente en cualquier momento”, explica
Esta idea de reinvención profesional, formación continua y curiosidad por el futuro es lo que engloba el concepto “genior”. Es un concepto que hace referencia a personas proactivas que han decidido tomar las riendas de su vida y adaptarse a las nuevas tendencias en el ámbito profesional, la vida sana, el ahorro y las relaciones sociales.
De un trabajo para toda la vida a una vida llena de trabajos
Fundación Empresa y Sociedad defiende que la figura del profesional génior es la que acabará imponiéndose en el mundo laboral presente y futuro.
Nacho Villoch, director de Innovación del Málaga Silver Economy Hub y génior que ha reinventado su carrera profesional, afirma que “la segunda mitad de la vida plantea desafíos que necesitan diferentes estrategias y preparación. Por ejemplo, desafíos de salud, ante los cambios en el metabolismo o el equilibrio hormonal, desafíos profesionales, posiblemente con una transición o un offboarding (salida, deseada o no) de la empresa, desafíos financieros ya que hay que financiar la longevidad, etc. Por ello, si estamos preparados viviremos esta nueva etapa con plenitud, pero si no, nos encontraremos con situaciones adversas tanto en el aspecto económico como en nuestra salud física y mental”.
La longevidad es uno de los elementos que ha favorecido la aparición de los perfiles génior porque la vida laboral se alarga. Así, hemos pasado de “un trabajo para toda la vida” como el que tuvieron muchos de nuestros padres, a “una vida llena de trabajos”, señala Villoch.