Mapfre renueva el certificado EFR por su apuesta en igualdad, diversidad y conciliación
Mapfre ha renovado la certificación EFR, que concede la Fundación Másfamilia y que distingue a las empresas comprometidas con la igualdad, la diversidad y la conciliación. La iniciativa está avalada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y cuenta con el reconocimiento Good Practice, otorgado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La empresa obtuvo por primera vez la certificación EFR en 2012 y, desde entonces, se somete a auditorías externas anuales y a auditorías de recertificación cada tres años, en las que se constata que promueve un entorno de trabajo en el que no se produzca ningún tipo de discriminación, se respete y valore la diversidad y en el que los empleados puedan desarrollarse personal y profesionalmente con un adecuado equilibrio entre sus responsabilidades familiares/personales y las profesionales.
El modelo EFR ayuda a Mapfre en la consecución de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en la Agenda 2030, algunos de los cuales, además, son prioritarios para la aseguradora, como el 3 (salud y bienestar), el 5 (igualdad de género), el 8 (trabajo decente y crecimiento económico), el 9 (industria e innovación), el 10 (reducción de las desigualdades), el 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y el 12 (producción y consumo responsables).
Rafael Fuertes, director general de Fundación Másfamilia, ha hecho entrega del distintivo a Elena Sanz Isla, directora general de personas y organización de Mapfre, y a Rocío Aragonés, directora de recursos humanos de la aseguradora, en la sede del grupo en Majadahonda (Madrid).
La última auditoría realizada revela que todos los empleados conocen las medidas de conciliación y que más del 60% de ellos considera que Mapfre está por encima de la media del sector en esta materia. Además, tres de cada cuatro consideran que la empresa ha realizado un gran avance y mejora de las condiciones de conciliación en los últimos tres años.
Entre las medidas impulsadas recientemente con este objetivo destaca la política de desconexión digital, que avanza en el respeto al tiempo libre de las personas y fomenta el equilibrio de la vida laboral y personal de la plantilla, potenciando el compromiso bidireccional entre la empresa y los empleados.