Para realizar el informe se han realizado entrevistas en profundidad a 1000 directivos de Recursos Humanos de 15 países en todo el mundo, entre ellos España con la participación de un representante del departamento de RR.HH. de Iberdrola, y de distintos sectores, con el objetivo de explorar las motivaciones, prioridades y desafíos de la expansión internacional. La principal conclusión es que la gestión internacional de los empleados limita la expansión de las empresas.
Otra de las conclusiones indica que el 71% afirma que los problemas relacionados con los Recursos Humanos son de los más complejos dentro de su estrategia de crecimiento internacional. Estas cifras muestran que las empresas deben centrarse en sus empleados, tanto actuales como futuros, para crear una fuerza laboral internacional que pueda competir a escala global.
Según Raúl Sibaja, Operation Director de ADP Iberia, «a pesar de que el mundo está cada vez más conectado, el estudio deja claro que las empresas ponen sus esfuerzos en administrar a sus empleados a nivel mundial. Pero la incapacidad de gestionar una fuerza laboral global de manera efectiva puede obstaculizar la ambición de las empresas de expansión internacional y paralizar su progreso».
Si bien las empresas deben comprender que el crecimiento siempre conlleva muchos desafíos, estos no son insuperables. La capacidad de planificar, gestionar y supervisar una fuerza laboral internacional es algo que puede marcar la diferencia durante ese período de transición.
Sibaja añade, «adoptar herramientas tecnológicas que ayuden a racionalizar y automatizar la gestión de los Recursos Humanos y recopilar datos de los empleados puede aliviar algunos de los desafíos del crecimiento internacional al proporcionar información sobre la fuerza laboral y una visión transversal válida en varios países. Esto liberará tiempo para los equipos de RR.HH. permitiéndoles enfocarse en tareas que aporten valor añadido, como cuidar a sus empleados en todo el mundo. Si se utilizan la tecnología y el software correcto la expansión puede ser mucho más fácil de manejar, y permitirá que las empresas disfruten de los beneficios de operar internacionalmente».
Entre los retos a los que se enfrentan las empresas también existen diferencias culturales por países que los ejecutivos deben comprender y a las que saber adaptarse.