En un mercado de trabajo con una tasa de paro del 12,7%, los últimos datos sobre “Salarios en B” de InfoJobs indican que un 11% de los trabajadores españoles sigue ejerciendo esta práctica en 2023, porcentaje muy similar al registrado en 2021 (12%). Además, 1 de cada 3 jóvenes (el 32%) de entre 16 y 24 años ha recibido ingresos en B en los últimos dos años. Este porcentaje disminuye con la edad, situándose en un 5% entre los mayores de 54 años. Dentro del rango de los jóvenes, el 8% recibe dichos ingresos debido a las horas extra, y otro 8% viene por parte de trabajos secundarios.
Por nivel de ingresos, en los últimos dos años, los trabajadores que ganan hasta 1.000 euros son aquellos que han recibido ingresos en B en mayor medida, con un 19% de las menciones. A estos les siguen con un 13% quienes reciben entre 1.001 euros y 1.500 euros mensuales. A partir de aquí, aproximadamente 9 de cada 10 no ha recibido ingresos en B en los años analizados.
Teniendo en cuenta la ilegalidad que supone esta práctica, otras consecuencias importantes para los trabajadores que cobran parte de su sueldo en B es que, al no cotizar, pierden las prestaciones de la Seguridad Social e, incluso, pueden ver perjudicada su jubilación.
En este sentido, según recoge la encuesta, existen dos condicionantes claves para el cobro en B:
- Los salarios bajos, que obligan a los empleados a buscar alternativas en la economía sumergida (38% de menciones en 2023 frente al 29% en 2021, un incremento en el que tienen mucho que ver las dificultades económicas, la subida de tipos de interés y el encarecimiento de las hipotecas).
- Las empresas no dan otra opción, aunque se reduce respecto a 2021: 37% de menciones, frente al 50% de hace dos años.
- Otro resultado que llama la atención respecto a 2021 es que el tercer motivo por el que reciben ingresos en B (no pagar impuestos por considerarlos desproporcionados), sube 8 puntos porcentuales: del 12% al 20%.
En palabras de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs: “Es muy probable que la situación económica del último año, caracterizado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, haya acentuado esta práctica. En este sentido, la calidad del empleo, la formación y el desarrollo de políticas públicas que beneficien a los colectivos con mayor precariedad son claves para acabar con los salarios en B y consolidar nuestra economía”.
Mayor predisposición a cobrar en B
La predisposición a cobrar en B ha aumentado entre los trabajadores españoles. En concreto, este incremento es de 5 puntos porcentuales respecto a 2021, alcanzando un porcentaje de hasta el 28%. De este 28%, entre aquellos más dispuestos destacan los hombres (30%) y los que trabajan en el sector primario o secundario (33%).
Además de ello, cabe destacar que hay un 19% de trabajadores que prefieren cobrarlo de manera parcial (2 puntos porcentuales más respecto a 2021). Y, por otro lado, hay un 9% que estaría conforme con cobrar todo su sueldo “en negro”. De estos, lo aceptarían un 11% de hombres frente al 7% de mujeres.
Por otra parte, las diferencias por edad son relevantes: a mayor edad, menor disposición a cobrar el sueldo en B, probablemente debido a una mayor proximidad a la edad de jubilación y, por consiguiente, a la revisión de los años cotizados. De esta manera, los encuestados más jóvenes, de entre 16 y 24 años, constituyen el colectivo con mayor voluntad a cobrar en B (51%). En cambio, solo un 20% de los mayores de entre 44 y 65 años aceptaría esta práctica. Respecto a los resultados de 2021, los jóvenes también son los que más han aumentado la disposición, seguramente porque son los más afectados por el contexto económico y las situaciones laborales más precarias.
En cuanto al nivel de ingresos, ocurre algo parecido: a mayores ingresos, menor es la disposición a cobrar “en negro”. De tal forma que el 41% de aquellos que ganan hasta 1.000 euros mensuales aceptaría dicho pago y, de entre ellos, el 27% lo preferiría de manera parcial. Asimismo, y a nivel de estudios, el 47% de aquellos que no tienen estudios sí lo aceptarían, un porcentaje mucho menor que quienes sí tienen estudios (24%).
Por comunidades autónomas, los andaluces son los más predispuestos a cobrar en B con un 33% de las menciones, habiendo crecido el dato en 9 puntos porcentuales respecto a 2021, cuando se registró un 24% de menciones. Cabe señalar que Andalucía es una de las comunidades autónomas con la tasa de paro más elevada (18,3%), según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), y ello puede implicar justamente esta tendencia en los trabajadores de la región.
En el otro lado se sitúa País Vasco, la comunidad autónoma en la que menor predisposición existe (24%).