La incorporación de la inteligencia artificial (IA) en las formas de trabajo va ganando terreno. Aunque sus usos actuales no exprimen todo el potencial de esta nueva tecnología, parece claro que será una aliada para la creación de riqueza. De hecho, según una investigación de PwC, la adopción generalizada de la IA aumentará en alrededor de 15,7 billones de dólares el PIB mundial en 2030. Un aumento que prevén continuará su trayectoria exponencial hasta 2050.
No obstante, este alto incremento de beneficios no vendrá principalmente de las grandes empresas dedicadas a la IA, sino de la penetración de esta tecnología en las empresas tradicionales. Así, el verdadero impulso de la IA derivará de ofrecer a las empresas actuales nuevas formas de trabajar y de solucionar problemas más eficaz y ágilmente. En datos del estudio de la Universidad de Stanford y el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), el uso de herramientas de IA durante un año mejora un 14% de media la productividad de una empresa.
Desde optimizando procesos existentes hasta mejorando procedimientos rutinarios, la IA debe integrarse en la estrategia de cualquier compañía que quiera mantener su relevancia a largo plazo. No en vano, el informe de Amazon Web Services y la empresa de investigación Access Partnership determina que el 93% de las empresas tiene pensado utilizar soluciones de IA en sus organizaciones en los próximos cinco años. Por eso, es esencial adaptar la cualificación de los profesionales para aprovechar este cambio tecnológico, e incorporar en su día a día herramientas que se apoyen en la IA y les faciliten las actividades más rutinarias.
Se calcula que hasta una quinta parte de las tareas desempeñadas por seres humanos en el trabajo consisten en operaciones informáticas repetitivas que pueden automatizarse. La utilización de la IA puede mejorar enormemente el rendimiento de las empresas, permitiendo que sus empleados se dediquen en exclusiva a tareas más complejas y productivas. Pero también exige la reformulación de los puestos de trabajo, redefiniendo las nuevas necesidades empresariales y las habilidades y conocimientos para cubrirlas de la mano de herramientas potenciadas con IA.
Dado este contexto, el sector e-learning se revela como uno de los principales escenarios de cambio, tanto por su papel clave en la formación de los profesionales como por su naturaleza tecnológica. No solo deberá ofrecer cursos formativos que amplíen los conocimientos en IA, sino que también tendrá que integrarla en sus propios softwares para no quedarse atrás y ofrecer a las organizaciones mejores funcionalidades y una generación de contenidos óptima.
En ese sentido, la empresa tecnológica isEazy ha incorporado funcionalidades de IA en su herramienta de autor que permitirán a cualquier creador de contenido e-learning generar traducciones, locuciones, subtítulos, juegos, evaluaciones finales e incluso vídeos con avatares, de forma automática y sin salir de la plataforma. También gracias a la IA, podrá importar y añadir recursos multimedia e interactivos a un contenido estático creado en PowerPoint, agilizando así la producción de contenidos y su efectividad.
Foto de Emiliano Vittoriosi en Unsplash.
