El upskilling no es garantía de promoción laboral
El desarrollo profesional es una fórmula eficaz de atracción y fidelización del talento que cada vez adoptan más empresas en sus paquetes de compensación, conscientes de las demandas de los profesionales en la fase de selección de personal. Son varios los factores que influyen en la promoción, pero no hay desarrollo de carrera sin mejora de adquisición de nuevas habilidades, y menos aún si los empleadores no ofrecen oportunidades de upskilling a sus trabajadores. Un panorama desalentador que anima al talento a buscar mejores opciones de empleo.
La construcción del talento se forja con la promoción laboral y el desarrollo profesional. Promocionar a los empleados desde dentro de las organizaciones beneficia a los empleadores ya que supone un ahorro de costes de reclutamiento y un acicate de atracción y fidelización del talento. De esta forma, el empleado se beneficia al obtener un currículum más sólido y un salario más elevado. Pero en las empresas donde apenas existen posibilidades de promoción, los profesionales actuales y concretamente, las nuevas generaciones, desarrollan sus carreras a base de certificaciones para postularse a empleos mejor remunerados.
En esta línea, el Instituto de Investigación ADP realizó un estudio, basado en el historial laboral de más de 51 millones de empleados americanos, que trabajaron para más de 93.000 empleadores entre enero de 2019 y febrero de 2023, para conocer el porcentaje de trabajadores que alguna vez fueron promovidos por su empleador o que se marcharon sin haber recibido una promoción. También calcularon el porcentaje de trabajadores que mejoraron sus habilidades para cambiar a un mejor empleo.
De esta investigación se expone que solo el 4,5% de los 51 millones son promovidos en los dos años posteriores a su contratación; cerca del 75% abandona al empleador sin haber sido promocionado, y del resto que se queda, menos del 1% recibe una promoción en su tercer año.
En relación con las habilidades, solo el 3,8% de los trabajadores mejoró sus habilidades en los dos años posteriores a su contratación. Esta cifra tan baja es un indicativo de «la falta de oportunidades para mejorar habilidades. Muy pocos empleadores ofrecen incentivos educativos, o los ofrecen, pero no brindan a los trabajadores la oportunidad de usar la capacitación para buscar una mejor posición dentro de la empresa».
Oportunidades de promoción, imán de oportunidades
Los puestos de gestión son la única razón por la cual los empleados tienden a mejorar su gestión dentro de los dos años siguientes a su contratación como así lo acredita el 2,9% de los no gerentes. Según ADP, un gerente de primer nivel, aquel que solo se encarga de gestionar a empleados, tiene más de 11% de posibilidades de avanzar en ese mismo periodo.
La promoción desde la gestión de un segundo nivel es más más fácil que avanzar como gerente de tercer nivel, pero las posibilidades de que un gerente de tercer nivel sea promovido dentro de dos años son del 7,2 por ciento, o 2.5 veces más altas que para los no gerentes. En cuanto a la mejora de habilidades sostienen desde este estudio que no existe un patrón claro.
Fuente: Instituto de Investigación (ADP), 2024.
Limitaciones de oferta laboral, una barrera para la promoción
Este estudio también examinó cómo influye en la promoción, la educación, la formación en el trabajo y el nivel de experiencia. ADP concluye que los trabajadores en empleos que requieren más educación, formación y experiencia tienen una mejor oportunidad de promoción dentro de sus primeros dos años en el trabajo.
Alguien cuyo trabajo requiere una preparación extensa, como un título de posgrado, tiene un 16,2% de posibilidades de promoción, 19 veces mejor que la posibilidad de avance para alguien cuyo trabajo requiere un diploma de escuela secundaria y poca experiencia o formación. Respecto a la mejora de habilidades tampoco existen un patrón establecido.
Fuente: Instituto de Investigación (ADP), 2024.
El upskilling no asegura la promoción
Mejorar las habilidades puede suponer una mayor capacitación del empleado, si bien no asegura una promoción laboral. Mientras que las posibilidades de promoción son mayores para los trabajadores en empleos con un cumplimiento de requisitos de incorporación en la empresa más rigurosos, las posibilidades de mejora de habilidades son mayores para los trabajadores en empleos con menos requisitos.
Según el estudio de ADP, un empleado que apenas requiere preparación para incorporarse a un puesto de trabajo ostenta un 8,6% de posibilidades de mejorar sus habilidades dentro de dos años. Sin embargo, un empleado con una trayectoria considerable como acredita un título de cuatro años y dos años de experiencia solo alberga un 2% de posibilidades de trasladarse a un trabajo que requiere un título de posgrado.
«Debido a que los trabajadores en trabajos que requieren más preparación tienen mejores perspectivas de promoción, la mejora de habilidades podría mejorar las carreras al trasladar a las personas a trabajos con mayor movilidad ascendente a través de la gestión. Sin embargo, mejorar las habilidades se vuelve más desafiante cuanto más avanzan los trabajadores en los niveles de trabajo», señalan desde ADP. Y añaden que si demasiados trabajadores mejoran sus habilidades, «la ventaja de la promoción de la mejora de habilidades podría desaparecer».
Fuente: Instituto de Investigación (ADP), 2024.
Poca mejora de las oportunidades de desarrollo profesional
Aproximadamente el 3,7% de los trabajadores contratados en enero de 2021 mejoraron sus habilidades dentro de dos años, una décima de punto porcentual más baja de lo esperado según las tasas de 2019-2023. Las posibilidades de promoción para estos empleados son un punto porcentual más altas de lo esperado.
El escenario es similar para las posibilidades de mejora de habilidades y promoción de los trabajadores contratados doce meses después y en el trabajo solo un año.
Las mejores posibilidades de promoción podrían reflejar la necesidad de los empleadores de cubrir puestos de gestión a medida que las renuncias continúan su ascenso de una década. El ritmo de renuncias alcanzó un récord histórico en noviembre de 2021 y se ha mantenido elevado, según exponen desde ADP.
Fuente: Instituto de Investigación (ADP), 2024.