Quint lanza su última investigación centrada en cómo las grandes empresas se enfrentan a los cambios. La situación actual, con la crisis de gestión generada por el Covid-19, nos ha demostrado que a veces el cambio sobreviene con muy poco margen de anticipación y este estudio analiza en detalle la percepción de las compañías ante cambios de distinta índole.
La investigación, que está basada en una encuesta realizada entre 300 profesionales de distintos sectores industriales, manifiesta que es crucial que el área de RRHH se ponga al frente de cualquier proceso de transformación. Esta área determinará todos los aspectos relacionados con las personas: desde la estructura y el dimensionamiento de los equipos hasta la propia actividad operativa. Además, reconoce que para que los cambios sean eficaces éstos tienen que ser top-down y liderados por la dirección. En relación con las nuevas formas de trabajar, la encuesta realizada justo al inicio de la crisis del Covid-19, muestra que la mitad de las personas ya practicaba el teletrabajo, y el 25% con una flexibilidad total. “La previsión en la ‘nueva normalidad’ es que el 85% de las personas practiquen el teletrabajo, de un modo u otro, ya que se extenderá a casi todos los casos en los que no es imposible por cuestiones prácticas, y que el conjunto de trabajadores con una ‘flexibilidad total’ supere el 30%”, asegura Iván Martín, Responsable de Desarrollo de Negocio de Consultoría HR y Formación en Quint y co-autor del estudio.
En relación con la puesta en práctica de los planes de comunicación y formación, el estudio demuestra que sólo en el 55% de los casos existen planes de formación y esta cifra apenas aumenta – sólo hasta el 60%- en cuanto a los planes de comunicación.
“Un buen plan de formación o de comunicación instruye a todos los sujetos afectados por el cambio acerca la mejor manera de actuar. También fomenta las competencias y los comportamientos óptimos en el nuevo escenario que se ha creado”, agrega Iván Martín.
La encuesta arroja un dato revelador: casi el 50% de los encuestados dice que no se siente partícipe en las decisiones de la organización, aunque sean cambios relevantes o que les afectan directamente a ellos. Y va más allá, ya que, en las empresas de más de 5.000 empleados, el 35% de los encuestados considera que en ningún momento son consultados en el caso de que vaya a haber un cambio.
También se preguntó a los participantes sobre la percepción en las comunicaciones de la empresa. Más de un 60% reclama mayor transparencia.
Las personas que responden opinan que es preferible contar con planes de formación para adaptarse al cambio. Además, la gamificación y el team building ganan presencia entre las demandas de los empleados. Y un dato preocupante: más de la mitad de los encuestados dicen que no se sienten cómodos preguntando a sus inmediatos superiores sobre los motivos para acometer un cambio.
Por otro lado, en el estudio de Quint se deja claro que la clave para progresar en el proceso de adaptación a la nueva realidad es implicar a las personas.
En el momento actual, el cambio en las organizaciones cobra una importancia mayúscula. “Dicho cambio no atañe solo a sus procesos o tecnología, sino también – y principalmente – a sus valores, principios y cultura”, afirma Antonio Crespo, CEO de Quint Iberia y LATAM.
Entre las recomendaciones finales, el estudio remarca, que “para cualquier transformación organizativa no hay que esperar a una situación de emergencia. Es aconsejable empezar antes con confianza y planificación”.
En este sentido, en el estudio se plantea que cualquier cambio debe producirse en cuatro fases:
1) Analizar la situación actual,
2) Planificar y lanzar el programa,
3) Monitorizar el proceso y
4) Evaluar la efectividad.
Otra de las claves que arroja el estudio de Quint es que, la mejor opción es poner a las personas en el centro, como protagonistas de cada cambio en la transformación corporativa. “Porque, en sentido estricto, lo único que puede transformarse realmente son las personas”, concluye.
Metodología del estudio:
La información obtenida en el estudio se ha recogido a través de una encuesta distribuida buscando obtener datos relevantes con ausencia de sesgo. Se buscaba que todos los sectores y todas las generaciones (Baby Boomers, Generación X, y Millennials) estuvieran representados.
Las preguntas fueron variadas en función de la información a obtener, desde dicotómicas hasta de selección múltiple o respuesta libre. El Estudio consta de tres bloques, y tras un período de un mes, en marzo de 2020, se han obtenido más de 300 respuestas, lo que es una buena foto muestral como punto de partida.