Inteligencia conversacional, la clave del coaching para lograr en 9 meses lo que llevaría 5 años

Annais Paradela13 abril 20239min

Maite Sáenz, directora de ORH, adelantaba la esencia del webinar ORH “Coaching: liderazgo efectivo”, organizado en colaboración con Humaniza. En él, hemos hablado de “cómo el coaching ayuda de verdad a las compañías a desarrollar las habilidades y competencias de sus equipos”.

 

El coaching es una acción de desarrollo basada en un plan de mejora personalizado y diseñado en función de las necesidades específicas de desarrollo del propio coachee. Es una vía de comprobada eficacia para acompañar a los directivos y managers en el desarrollo de las habilidades y competencias de liderazgo.

El coach acompaña al coachee mediante conversaciones y preguntas para que se cuestione su propia percepción de la realidad y de sus propias posibilidades, llevándole a emprender acciones que modifiquen sus comportamientos y hábitos para alcanzar sus objetivos y retos.

Antonio Vega, CEO de Humaniza, diferenciaba el coaching ejecutivo de otro tipo de coaching y lo definía como el desarrollo y el liderazgo personal para poder liderar a otros. Aquí el coach ayuda al coachee a encontrar la mejor versión de sí mismo”.

 

 

El propósito de un programa de coaching ejecutivo

 

El principal objetivo consiste en lograr que los coachees desarrollen al máximo su potencial de liderazgo a través de un proceso de aprendizaje vinculado al potencial, que se centra en las posibilidades de desarrollo futuro de su liderazgo.

Estamos acostumbrados a ver estas figuras en otros ámbitos. Como indicaba Antonio Vega, “en el mundo del deporte el coach es una figura habitual, aunque no tanto en el mundo empresarial”.

El coaching se lleva a cabo a través de un proceso de reflexión, aprendizaje y acción para mejorar las habilidades y comportamientos que afectan al desempeño del líder aplicado al negocio.

 

El CEO de Humaniza lanzaba la siguiente pregunta: “¿Cómo impactar de la mejor manera en mis equipos, colaboradores, proveedores y stakeholders?” A lo que respondía con rotundidad: “El punto de partida siempre debe ser el autoconocimiento: quién soy, dónde estoy y qué puedo hacer de manera más efectiva”.

 

Por ese motivo, el coach apoya al coachee en su propio autoconocimiento a través de las evaluaciones que disponga, para desde ahí acompañarle en la definición y consecución de sus objetivos, elaborando un plan de acción de coaching.

 

No se trata de convertir a una persona en quien no es, sino de sacar su mejor faceta” aseguraba Antonio Vega.

 

Y es que nos encontramos en la era del talento y las empresas han de estar centradas en los líderes y en los resultados que son capaces de generar con sus equipos. El liderazgo no sólo consiste en conocimientos, capacidades y habilidades, sino también en gestionar el compromiso y la puesta en acción de los equipos. Todo ello junto, es lo que proporciona unos resultados extraordinarios.

Todo este proceso de mejora y desarrollo es posible conseguirlo en poco tiempo gracias a estos programas. Tal y como señalaba Antonio, “se consigue en 9 meses lo que de forma autónoma se conseguiría en 5 años”.

 

 

La inteligencia conversacional, pieza clave del coaching

 

Los líderes tienen que mejorar su impacto e influencia en su entorno cercano desarrollando sus facultades, técnicas y habilidades en inteligencia conversacional para inspirar y acompañar a los equipos a generar excelentes resultados.

En palabras del CEO de Humaniza: “Los líderes han de manejar equipos y deben hacerlo mediante conversaciones. Y hay que mantenerlas desde la autoridad y la sabiduría de orientar personas y darles autonomía. Debemos hacerles mejores profesionales de lo que ya son a través de ese acompañamiento. Está demostrado que con el coaching los empleados se sienten más seguros, más confiados y tienen claro que sus líderes cuentan con ellos”.

Para ello, utilizan la mirada del coach, la escucha enfocada, las preguntas potentes y las peticiones retadoras en el desarrollo de las personas. Deben ser capaces de mantener las conversaciones desde una posición de mayor presencia y sabiduría, situándose en un lugar mucho más creativo.

Además, deben ayudar a sostener la responsabilidad de las acciones en el tiempo y mejorar los resultados. Para lograrlo, deben poner foco en el buen feedback y el reconocimiento como herramientas para el desarrollo de las personas.

 

Lo que hacían los líderes hace unos años, ahora ya no sirve. Según ha indicado Antonio Vega, “hemos pasado de modelos de dirección por instrucción u objetivos, elementos de control, autoridad y jerarquía a estilos de liderazgo motivados por el desarrollo, la motivación y el aprendizaje. Ahora la relación entre un líder y el equipo debe ser de confianza mutua” continuaba.

 

 

Los programas de coaching interno

 

Alicia Hernández Fuentes, Talent Development & Experiencia Empleado de Cepsa, hablaba del programa de coaches internos de la empresa de la que forma parte.

“Es un programa de 60 horas de formación y que requiere otras 100 horas de práctica para que puedan certificar ante la International Coaching Federation (ICF)”.

Con ellos, hay una doble ganancia frente a otros programas de mentoring porque al final ambas partes del proceso ganan” indicaba la profesional de Cepsa.

Los programas de coaches internos no son tan conocidos, pero aportan diferentes beneficios al negocio. Los contenidos de una formación de este tipo son, entre otros:

  • Distinguir entre las habilidades interactivas y las habilidades más analíticas.
  • Desarrollar nuevas habilidades para la relación: confianza, flexibilidad, conexión y apertura.
  • Niveles de escucha para conscientemente moverte en la presencia.
  • Las preguntas potentes, la curiosidad y el reto.
  • Presencia: apertura y lectura corporal.
  • Método Grow como estructura para navegar en una sesión de coaching.
  • Llevar al coachee a la acción y la responsabilidad sobre su aprendizaje.

 

 

Los beneficios del coaching interno

 

  • Aprovecha el conocimiento y la experiencia de empleados que son referentes en la organización para hacer crecer al talento e impulsarlo hacia el futuro.
  • Es una potente herramienta de transformación organizacional (desde dentro).
  • Existe una relación win-win porque ayuda a los profesionales a su desarrollo de carrera, así como desarrolla aquellas habilidades y capacidades más acordes con su potencial, tanto del coach como del coachee.
  • Desarrolla la inteligencia conversacional para que acompañen el crecimiento profesional de los coaches y de los coachees.
  • Crea vínculos. La relación de coaching sirve de vehículo para el análisis, la conversación, la reflexión y la acción.
  • Fomenta el engagement del talento.

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