Las vacaciones, además de un derecho laboral, son un artículo de primera necesidad. Son muchos los estudios que recomiendan la desconexión total del trabajo al menos en el periodo estival. Poner distancia, cambiar de ritmo, de entorno y de actividad es básico para mantener a raya el estrés. Sin embargo, y sobre todo desde la pandemia, se ha generalizado un nuevo impedimento para la desconexión: la digitalización.

 

Según un estudio de Infojobs sobre Desconexión digital, 6 de cada 10 (59%) trabajadores declara no desconectar durante su periodo de descanso vacacional. Estas circunstancias se dan principalmente en profesiones que son de temporada alta en verano, como es el sector de turismo y restauración, donde la demanda se incrementa notablemente. Pero también, en otras en las que el profesional puede conectarse, responder mails y llamadas a golpe de ‘click’; o en las que se necesita de una disponibilidad constante.

A mayor responsabilidad, menos desconexión

Según los datos extraídos del estudio, la falta de desconexión está relacionada con tener un puesto de responsabilidad. Los perfiles que menos desconectan son los de dirección, gerencia o consejo de administración. Casi la mitad de ellos se conecta siempre que sea necesario en vacaciones (47%); mientras que los mandos intermedios lo aseguran en un 30%.

Más allá de ello, y según la ocupación, los autónomos son los peores parados: 9 de cada 10 no desconecta del trabajo fuera de su horario laboral, y la mitad no lo logra durante su periodo vacacional. La tendencia a la no desconexión en vacaciones de estos perfiles profesionales se liga directamente con sus responsabilidades. De hecho, en muchos casos, suelen ser gestiones que pueden llevar a cabo por teléfono, y pueden realizarlo desde cualquier lugar.

En lo que se refiere a motivos, los trabajadores indican el sentimiento de obligación como primera razón para la no desconexión, con el 42%. A esta le sigue la presión de su puesto como impedimento para no desconectar, con el 33%; y la realización de asuntos pendientes por resolver, con el 22%. Sin duda, razones de peso que atañen a este tipo de profesionales. Más allá de la responsabilidad y la alta demanda, también existen otros factores ligados a la ‘no desconexión’.

Aquellas tareas que requieren una disponibilidad constante, suponen altas cargas de trabajo, o implican responsabilidades críticas que no pueden ser fácilmente delegadas o roles de soporte al cliente destacan entre el resto. Entre ellas, se pueden encontrar a profesionales de la salud. Médicos, enfermeras y otros sanitarios, especialmente aquellos en roles de emergencia o especializados, necesitan estar disponibles para consultas y emergencias. También destacan los perfiles vinculados a la abogacía. A menudo necesitan estar disponibles para emergencias legales o necesidades concretas. Además, los plazos en el ámbito legal suelen ser estrictos y no siempre se alinean con las vacaciones.

Los profesionales de marketing y medios digitales también suelen tener una necesidad constante de estar al tanto de las tendencias, gestionar campañas en curso y responder rápidamente a cualquier crisis de comunicación. La profesión periodística también vive pegada a la actualidad y presenta grandes dificultades para conseguir esa desconexión real del trabajo.

Desconexión VS conciliación
La desconexión digital real avanza en sentido positivo, sobre todo si ampliamos la comparativa a los 3 últimos años. Actualmente, el 59% de los trabajadores declara no poder desconectar durante su periodo de descanso. Este porcentaje está por debajo de los años anteriores. Respecto a 2023 (62%), destaca el aumento en 3 puntos porcentuales; mientras que la diferencia de 2022 (64%) y 2021 (74%) se sitúa en 5 y 15 puntos porcentuales, respectivamente.

Sin embargo, los datos avalan que conciliar el ámbito laboral y personal continúa siendo todo un reto. Solo el 29% de la población ocupada afirma que le resulta fácil conciliar, 6 puntos porcentuales por debajo de los datos obtenidos hace un año antes (35%) y 12 puntos menos que los registrados en 2022 (41%). En contraposición, quienes aseguran que tienen dificultades para conciliar representan el 20% del total, frente al 17% de los últimos dos años.

Según estos datos, la desconexión mejora, pero la conciliación sigue siendo una tarea pendiente. Una verdadera conciliación es el equilibrio perfecto entre vida laboral y personal. Por ello, algunas herramientas que favorecen a ésta son la flexibilidad horaria o el teletrabajo, entre otros aspectos. No obstante, bien es cierto que contar con ellas no siempre asegura una desconexión total. De hecho, del informe se puede extraer que la desconexión digital fue valorada por 1 de cada 4 trabajadores como fundamental en su día a día para lograr la conciliación.