Una de las máximas preocupaciones de los CEOs a nivel mundial, según un reciente estudio, es completar, iniciar o evolucionar su transición a la cultura digital. Todos/as lo ven como no solo una tarea necesaria, sino absolutamente estratégica ya que puede aportar valor a la empresa o por el contrario, dejarles fuera del mercado o en condiciones muy poco competitiva para luchar en ellos. Esa trasformación está marcando el presente, pero se hará imprescindible en un futuro muy, muy cercano. ¿Qué ha hecho Usted en su empresa ante este reto?
Es la alta dirección y en concreto el/la CEO o el máximo responsable de la organización, el que debe incluir en su agenda organizativa de asuntos urgentes, los pasos necesarios para transformar en digital la empresa, en impregnarla de esta cultura. Esta es una decisión absolutamente estratégica que puede marcar el presente y el futuro de la compañía. Es vital y urgente.
Ya hemos tratado en otro post como se hace eso del tránsito de lo analógico en la empresa, a lo digital, sin embargo en este escrito, me interesa mucho resaltar no solo el interés que debe poner la alta dirección en este proceso, sino que debe ser el propio CEO, quien lidere dicho proceso. Sin el apoyo, ayuda, convencimiento y absoluta implicación de la alta dirección en este cometido, transformar la empresa con una cultura absolutamente diferente, solo se quedará en la utilización (infrautilización) de nuevas tecnologías, sin entender muy bien porque se utilizan y para qué.
Entiendan, que el tránsito a una nueva cultura tiene muchas y muy diferentes consecuencias, estas son la fundamentales que se darán en su empresa tras esa migración a la nueva cultura:
– Los valores corporativos se verán afectados, en algunos casos modificados y en otros eliminados y sustituidos, por otros nuevos
– Los medios y herramientas variaran y para ello se necesitará, que para que estas sean útiles y eficiente, el personal deberá saber sacar el máximo rendimiento posibles con importantes procesos de formación y de sensibilización
– La forma de entender la organización y el cliente cambian, con todo lo que esto supone de adaptación para una organización
– Las estrategias, tácticas, procesos, objetivos y planes de acción, se verán afectados, por lo que habrá que ir reorientandolos todo ello
– La organización cambia su forma de pensar, de razonar, de sentir, de ser competitiva
– Los recursos humanosserán los principales embajadores de esta nueva cultura, hasta que estos no la tengan interiorizado lo que ella supone, no habrá finalizado la transición a dicha cultura
– La cultura digital casi siempre implica una ampliación de los mercados en los que actúa la empresa, es el pasaporte para la verdadera globalización para la organización. Esto planeta nuevos retos para la comercialización, para la atención al cliente, para atender al mercado
– Nos verán, seremos vistos, de diferente manera. Esto implicará ajustes necesarios de branding, marketing, marketing interno, etc.
– Asumir la cultura digital por el tejido empresarial de forma generalizada, no creará empresas parecidas, estandarizadas, ni mucho menos, salvo en fundamentos genéricos, pero cada una de ellas deberá seguir desarrollando su idiosincrasia por obligación y por diferenciación necesaria.
– El management tendrá nuevos retos y será diferente, con nuevas formas y apariencia. La forma de dirigir la organización será diferente, evolucionara en un sentido desconocido o quizás inesperado, y se impondrán nuevas necesidades.
– Las premisas para un liderazgo eficiente se verán afectadas, necesitando otros líderes, con otras características, o una evolución de los líderes actuales
– Los RR.HH se gestionaran de otra manera, con nuevas formas de trabajo, con otros cuadro de mando que dirijan esta función. Nuevas premisas para captar talento, la gestión del talento se hace aún más prioritario, se necesitará personal que encaje en la nueva cultura. Seguirá siendo el factor determinante en la competitividad de la empresa
Estas son las consecuencias más importantes que afectaran a una empresa que decida esa evolución hacia lo digital. Como podemos observar todas ellas son consecuencias de gran calado, por lo que sin duda es el CEO el que tiene que valorar, planificar, organizar y controlar todo el proceso (con ayuda evidentemente de especialistas si los necesita, pero no puede delegar esta responsabilidad de culminar la transición), ya que está en juego el futuro de la compañía. He tenido la oportunidad (yo diría en este caso, la desgracia) de tras concienciar a algún CEO sobre la inminente necesidad de ese viaje hacia la nueva cultura, como este le encargaba el diseño y desarrollo del proceso de transición al departamento de informática… no se ha enterado de nada, ni sabe de la importancia de iniciar ese viaje que os comento.
Por último, llamadme pesado pues ya lo he comentado en otros artículos en otros medios, pero de este proceso descrito de migración a la nueva cultura, no queda exento ninguna empresa, indiferentemente de que sea de un tamaño u otro, de un sector u otro, de un ámbito geográfico u otro… no queda exento ninguna organización que pretenda tener futuro, así como la responsabilidad de asumir e interiorizar, de viajar a la nueva cultura, es la alta dirección y por cierto, ya vamos tarde!