Al igual que las personas, las organizaciones necesitan realizar un ejercicio de autoconocimiento previo a emprender el camino de la transformación. Como ente colectivo que es, transmite las fortalezas y debilidades fruto de las interacciones que se producen entre sus miembros y precisamente en la definición de un buen rol de equipo está la armonía de sus movimientos.
En esta sesión hemos visto, de la mano de Yolanda Romero, socia de Intalentgy, cómo la metodología Belbin nos ayuda a predecir los roles a desempeñar por los miembros de un equipo y en cómo, a partir de los informes individuales que facilita, permite valorar las distintas combinaciones de roles en el equipo e identificar la más adecuada para el momento organizativo o proyecto concreto de que se trate.
Entre otras aportaciones de valor de esta metodología Yolanda ha destacado:
- La creación de equipos transversales de alto rendimiento, autónomos, ágiles y posiblemente temporales.
- El diseño de una empresa más líquida.
- El impulso a la diversidad del talento.