La innovación es, ante todo, un viaje personal. Sin desprendernos de lo que vemos, somos y creemos es difícil que veamos, seamos y creamos de forma diferente. Entendámonos: no se trata de quedarnos en modo encefalograma plano, no, sino de aparcar lo que entendemos y nos da seguridad para abrirnos a lo que no comprendemos sin el temor de perdernos. La innovación es un proceso mental que desarrollamos, a veces en un espacio físico que nos ayuda a jugar, y a veces en ese mundo nuestro interior que nos libera para soñar. Con esto quiero decir, y no soy para nada una experta en metodologías de innovación ni en procesos creativos, que la innovación es tan libre como la forma en la que se puede expresar o no. Por eso se produce en equipo pero también en solitario, por eso se desencadena cuando no pensamos en ella y se estanca cuando la forzamos.
Me interesa mucho explorar los mundos de la innovación porque son en los que voy a vivir el resto de mi vida. Y en mi mochila de boy scout senior-senior hace tiempo que metí varias cosas:
- Una brújula sin imán para dejar a un lado mi sentido común y dejarme llevar -como cuando empiezas a buscar una información puntual y acabas descubriendo que lo que buscabas era otra cosa-. Va a ser como dormir al raso, con las estrellas como guía (yo, que no se leerlas) y haciendo, como Machado, camino al andar.
- Una barrita energética -mi cerebro bien provisto de curiosidad- para meterme de patas en todo lo que pueda y más. Tengo muchos sitios -herramientas, información, conexiones- que “bichear”, y muchas aventuras -experiencias, personas- que necesito vivir para aumentar mi empatía y capacidad de comprensión. Sin eso, el viaje sería en balde porque no desenpolvaría mi learnability.
- Un fondo de armario sin dress code para colarme en otros espacios y fundirme en grupos, personas, negocios y conversaciones que ni por asomo se parezcan a lo que hago, digo, escucho, veo y leo en mi día a día. Cómoda, discreta y mimetizada con los entornos.
No puedo cargarla de muchas más cosas, la mochila, me refiero. Voy ligera porque soy mayor y he de cuidar mi salud musculoesquelética 😊. Voy en busca de inspiración y hago mío el lema de los scouts del mundo: Be Prepared! – ¡Siempre listos, siempre alerta!
¿Qué puedo perder? Lo que tengo ahora es solo una casa, como dice el achuchable Russel al Sr. Fredicksen en la maravillosa UP! Construiré otras según avance y descubriré cosas que me transformarán también a mí. ¿Que si innovaré? No lo dudo. Y guardaré, como Russel, estas páginas -o post o podcast- para contar las aventuras que voy a tener.