elEconomista recoge hoy un suplemento especial sobre Tecnología y Teletrabajo, realizado por ORH, en el que analizamos cómo se ha gestionado la movilización de miles de trabajadores para que trabajen desde sus casas como consecuencia de la pandemia por Covid-19. En cuestión de días la transformación digital se hizo realidad hasta para los más escépticos y tanto las empresas como los trabajadores, e incluso los sindicatos, se han alineado para facilitar la adaptación.
Los expertos siempre han dicho que la transformación digital va de tecnología pero, sobre todo, de personas. La crisis del coronavirus ha empujado a la sociedad a adoptar un nuevo modelo de vida y a las empresas a reconocer el valor que tienen los intangibles cuando la necesidad aprieta.
El cambio disruptivo se ha presentado con ADN de virus y la respuesta a la contingencia ha alineado a las personas con la tecnología, demostrando que la capacidad de adaptación de las primeras es mucho mayor de la que ellas mismas creían, y que la inversión en la segunda tiene un valor de claro impacto en el negocio.
El teletrabajo, a pesar de estar lejos del modelo ideal, ha permitido mantener activas las constantes vitales de numerosas empresas, y los equipos se han sumado a él demostrando que el orgullo de pertenencia y el compromiso movilizan a las organizaciones. Covid-19 ha acelerado la digitalización y, quizá también, una forma más humana de liderar las organizaciones.