En España sólo el 2% de empresas utiliza el vehículo corporativo como incentivo adicional al salario, mientras que en Europa lo hace un 13%. La diferencia entre ambas zonas se ha acrecentado durante el último año, en el que han seguido evoluciones divergentes, de tal manera que su uso se ha reducido a la mitad entre las empresas de nuestro país a la par que en entre nuestros socios europeos ha aumentado un 18%. Así lo revela el Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de renting de BNP Paribas, que se ha dirigido a de 4.800 compañías europeas con el objetivo de determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector.
Como era de esperar, el análisis por países revela que las economías más fuertes de Europa son las que apuestan en mayor medida por estas políticas retributivas, mientras que, por el contrario, las menos competitivas han reducido sus incentivos salariales dentro de una política obligada de ajustes y contención presupuestaria.
Así, las compañías belgas son las que tienen el mayor porcentaje de vehículos de retribución en sus flotas, con casi la mitad del total (46%); seguidas, aunque con una considerable distancia, de alemanas (26%) y francesas (21%). Por el contrario, las empresas portuguesas y españolas son las que menos coches corporativos destinan a reconocer y retener el talento de sus empleados (2%), seguidas de las checas (3%). Las griegas, italianas y polacas, por su parte, también se encuentran entre las menos «generosas» con sus trabajadores, ya que únicamente un 5% de sus flotas se destinan a políticas retributivas.