El consumidor ha cambiado, está viviendo una revolución en lo que a alimentación sostenible se refiere. Pero que, sobre todo, tiene muy claro lo que quiere. Hoy en día las marcas deben dar respuesta a las necesidades de un comprador consciente que no sólo busca comer sano, sino que quiere que aquello que elige venga de una producción responsable y responda a un comportamiento ético acorde a sus valores.
El informe Wave X – Remix Culture, realizado por el Grupo IPG Mediabrands –estudio en el que han participado 56.398 consumidores, de 81 países y que representan un universo de 1.730 millones de usuarios en todo el mundo-, analiza las tendencias culturales que movilizan a los consumidores. Una de ellas es Resist, que hace referencia a cómo los consumidores luchan cada día más por sus creencias y valores, siendo la sostenibilidad uno de los principales pilares; desde la ecología a la concienciación social.
Estamos en un momento de cambio donde se redefinen los valores, los factores de creación de la identidad cambian y aparecen nuevas tendencias culturales. En este contexto estratégico enmarcamos la nueva realidad alimentaria. Nos encontramos ante un consumidor que está cada vez más concienciado con esa sostenibilidad y quiere integrarla en su vida a través de la alimentación. Por eso, incrementa cada vez más su ingesta Eco, Bio, Sostenible…
Los productos ecológicos dejan de ser nicho de mercado -algo habitual hasta ahora- para convertirse en elección clave de un consumidor que huye de lo artificial. Pone en valor aspectos socio ambientales que considera claves, como la reducción del uso de plásticos, la producción de proximidad… Apostando por una industria más controlada y regulada.
Productos sin huella
El debate se desplaza de lo sano/insano o natural/artificial, a una reflexión más profunda de los agentes implicados en el proceso: la sostenibilidad y la ética en toda la cadena de producción. Ya no solo se exigen compañías responsables, se demandan productos con valores. Cobrando gran importancia el origen y los procesos de obtención y elaboración.
«ECO, BIO y Natural» no es una moda pasajera
La incertidumbre ante las consecuencias de los alimentos transgénicos, la penalización a los ingredientes artificiales, el incremento de alergias e intolerancias, las dificultades digestivas… son algunas de las principales inquietudes de este consumidor consciente y sostenible.
La preocupación por llevar una dieta sana sostiene, ha producido un crecimiento continuado de las ventas de productos Eco & Bio (+8,4pp desde 2013), a la par que aumenta la reticencia a consumir aditivos artificiales y un exceso de carne roja (-35% en el último año).
En los próximos 3 años…
¿Cómo es el nuevo consumidor?
Nos encontramos ante un consumidor que ha cambiado, que ha evolucionado hacia donde él y sus valores querían. Un consumidor hiper informado y mucho más preocupado por la calidad de lo que consume.
Es menos impulsivo, más reflexivo y consciente, sabe más de lo que le interesa y le concede mayor importancia a los ingredientes y componentes de calidad. Le da mayor importancia a la calidad que a la cantidad. De hecho, prefiere hacer compras más pequeñas, pero de forma más habitual.
Busca marcas que se identifiquen con sus valores. El 61% de estos consumidores considera que las marcas tienen un rol importante en el bien social. Pero cada vez son menos crédulos, desconfían y son más críticos con la información que les rodea. Se trata de un consumidor muy analítico y no se cree todos los mensajes de marcas y empresas que le llegan. “Ante este nuevo consumidor más concienciado y que demanda más transparencia, debemos, ahora más que nunca, trabajar propuestas de valor en las que las marcas muestren coherencia entre lo que comunican y lo que son, apoyando valores y causas relevantes para los consumidores” afirma Mapi Merchante, Analytics, Insights & Strategy Director de IPG Mediabrands.