Quiet quitting: El velo espeso que ralentiza el crecimiento de todos
Nuevas prioridades personales, zozobra emocional, desconfianza… Sea por el motivo que sea, la desmotivación silenciosa en el trabajo se extiende como una mancha de aceite y de manera tan perniciosa como lo hace un vertido de petróleo sobre el mar. Cuando el clic del contrato psicológico se pone en off, sufren todos: las organizaciones, porque la productividad se resiente y las personas, porque ir al trabajo se convierte en una rutina sin reto. En el último desayuno de trabajo celebrado con la colaboración de Alfonso Jiménez y Workday, reflexionamos sobre el llamado ‘quiet quitting’ desde la doble perspectiva de las responsabilidades mutuas de las empresas y de los empleados.
En este desayuno de trabajo ORH participaron los líderes de Personas y Talento de Bankinter, Opticalia, Mapfre, Tabacalera, Valtria Engeenering, Grupo Eulen, PWC España, Cloverty, Once y Workday, que contamos en detalle y con compromiso, la crónica «Quiet quitting: el velo espeso que ralentiza el crecimiento de todos» que publicamos en el último número de la revista ORH, ya disponible.
El marketing del mercado de trabajo está de moda. En su prolífica capacidad para crear conceptos cortos que definen realidades complejas los norteamericanos nunca dejan de sorprendernos. A falta de una traducción tan típicamente económica como la inglesa, palabras como engagement, upskilling & reskilling, learnability, compliance, etc. ya están asimiladas a nuestro vocabulario profesional. Las más recientes, con causas comunes y efectos paralelos, son big resignation y quiet quitting. La primera provoca la salida del talento, la segunda le hace quedarse pero desconectado, y en ambos casos el problema se hunde en la caída del compromiso. La naturaleza del mercado de trabajo español hace que la gran desbandada no haya llegado a cuajar y que la desmotivación silenciosa sea la forma mayoritaria con la que se está expresando el desengaño de los empleados con sus organizaciones. Como bien indica Alfonso Jiménez, partner de Exec Avenue, la rotación siempre supone un grave problema para la organización del trabajo y el encaje de los equipos, pero el abandono psicológico lo es
y quizá con más profundidad para la productividad, la innovación y la competitividad.
En el encuentro, auspiciado por Workday y moderado por Maite Sáenz, directora de ORH, participó un nutrido grupo de directivos de empresas con una casuística amplia en cuanto a actividad, morfología de la plantilla y retos de talento:
- Carmen Presa Agüero, directora de Personas y del Conocimiento de Bankinter.
- David Barroeta Santamaría, director de Personas de Opticalia.
- María Narváez Rullán, directora Corporativa de Talento de Mapfre.
- Luis Blas, Chief Human Resources Officer de Tabacalera.
- Camilla Hillier-Fry, Corporate Human Resources Director de Valtria.
- Lorenzo Rivarés, director Internacional de Recursos Humanos de Grupo Eulen.
- Elda Benítez-Inglott Bellini, directora de Recursos Humanos de PwC España.
- Beatriz Merayo, gerente de Recursos Humanos de Cloverty.
- Jorge Íniguez Villanueva, director general adjunto de Once (Dirección General Adjunta de Organización, Talento e Innovación).
- Tijana Djukanovic, Senior Account Executive de Workday.