La gran renuncia llega a su fin. Demasiadas cosas están pasando para que la economía mundial las pueda asimilar todas a la vez y la prudencia es su respuesta. Buscar nuevos horizontes laborales seguirá siendo un ejercicio de libertad personal, pero ahora condicionado por un mercado en contracción y dinámico sólo para los empleos del futuro. El resto, la gran mayoría, se enfrenta al reto de revitalizar su motivación.
Buscar la autorrealización en el ámbito profesional no es sólo encontrar el trabajo de nuestras vidas. Después de muchos meses enarbolando la bandera del cambio de prioridades vitales para justificar la gran renuncia (salidas voluntarias) o la gran evasión (presencias ausentes), la macro realidad determina nuestra micro vida. En un reciente artículo de Korn Ferry se habla de que “revitalizarse podría convertirse pronto en una necesidad profesional, más allá de las cuestiones de motivación”. Vamos, que toca empezar a mostrar algo de entusiasmo a nuestro empleador.
Ahora es, pues, el turno de las empresas en lo que a dejarse reducir se refiere y desde la consultora sugieren a los empleados comprometerse con 5 propósitos para demostrar que su compromiso está en alza:
- Reconoce el ciclo negativo. Cada persona en un equipo tiene la responsabilidad social de no propagar la toxicidad a todos los demás. Así es que abramos los ojos, entendamos lo que está sucediendo al nuestro alrededor y pongámonos a trabajar para mantener nuestro sitio en él.
- Entiende cómo llegaste hasta aquí. Salvo cataclismos mayores, la desmotivación es una larva que se alimenta de pequeñas decepciones. Volver sobre ellas las sitúa en su auténtica dimensión y ayuda a superarlas, bien hablándolas con quien proceda o bien dándolas por zanjadas.
- Busca apoyo para salir de ti mismo. Sentirse escuchado es liberador y ayuda a encontrar nuevas motivaciones en perspectivas diferentes. Puede ser un mentor interno, un compañero, el jefe o, por qué no, un terapeuta, siempre y cuando nos genere la confianza suficiente como para ser auténticos, honestos y sinceros con el que escojas.
- Haz un plan de acción. La persona elegida no te redactará tu plan de acción, eso será cosa tuya a partir de sus sugerencias y tu compromiso. Incluye tu vida personal en él, tus hobbies, tu tiempo libre, tus relaciones… todo ello ayuda a desconectar y a poner distancia de los problemas. Contempla el corto y el largo plazo porque, a veces, por mucho que resetees tu desmotivación el encaje puede seguir siendo imposible, pero en ese caso tomarás decisiones conociéndote mucho mejor.
- Descubre dónde puedes crecer. El agotamiento es un estado físico y/o emocional y una causa muy común de abandono silencioso. Tener mucho trabajo estresa y tener poco aburre. Se habla poco de esto último pero la falta de estímulos de crecimiento profesional nos hace sentirnos “el cactus del rincón”. Si la organización no te aporta desafíos propónselos tú, muestra tu inquietud por crecer y hazte responsable de tu propia carrera.
