La última reforma laboral, que recoge entre otros aspectos la obligatoriedad de dar 20 horas de permiso para formación a los trabajadores o la definición de un plan específico de formación para toda la plantilla de la empresa, está suscitando no pocas dudas y, de hecho, casi un 30 por ciento de las organizaciones que han participado en un estudio de Adecco sobre perspectivas de formación para 2013 así lo reconoce. No obstante, una mayoría del 55% admite haber mantenido o incluso incrementado (10%) la inversión en formación en 2012.
La encuesta se ha realizado entre 540 empresas clientes de doce sectores de actividad diferentes, que han valorado tanto las inversiones realizadas a lo largo de 2012 como las perspectivas existentes de cara al año que comienza y los puntos clave a abordar en el sector de la formación para convertirlo en un área estratégica en todas y cada una de las empresas. Junto a los datos ya referidos, recoge los siguientes:
– El 31,9% de las empresas ha reducido su partida presupuestaria para formación.
– El 54% de la inversión en acciones formativas realizada en 2012 se ha destinado a habilidades técnicas, formación íntimamente ligada a la cuenta de resultados, lo que confirma la apuesta por la formación como herramienta de productividad y competitividad de las empresas.
– Ha aumentado la formación que se imparte internamente en las empresas y dentro de esta parcela es la formación de formadores la más demandada en 2012 (46%) y lo será también en 2013 (49,5%).
– Las áreas empresariales que más formación reciben son, en primer lugar, Comercial, con el 44% de la partida, seguida por el área de producción (20,1%), Informática (10,6%) y el departamento financiero (10,5%).
– En cuanto a las metodologías de formación, la presencial sigue siendo la formación estrella elegida por las compañías (60,3%), seguida de la formación elearning (26,2%), el coaching (5%), la metodología blended (4,4%) y la experiencial (4,1%).
– El e-learning es más demandado por sectores concretos como el de Call Center (40,4%) o el de las Administraciones Públicas (29,8%), ambos en busca de la autogestión individual del entorno de formación y aprendizaje. El coaching es más empleado en Hostelería (14,7%) y en Office (12,2%) mientras que la formación blended (a medio camino entre la formación presencial y la electrónica) es más demandada por el sector Servicios (26,7%) y por el área I+D (20,3%). Por último, la formación outdoor es solicitada en mayor medida por el sector Sanitario (20,6%) y el de Banca y Seguros (17,1%).
El 54% de los encuestados destaca la importancia de las herramientas 2.0 en el aprendizaje como garantía de gestión del conocimiento y de la transmisión de valores en la empresa.
– El 57,3% de las empresas utiliza encuestas de satisfacción al alumno al final de cada acción formativa como fórmula para medir el retorno de la inversión en formación, frente al 17,1% que utiliza indicadores individuales de desempeño y el 9,3% que emplea análisis de indicadores de negocio.
– Para 2013, las acciones de formación que se perfilan como críticas son las relacionadas con habilidades comerciales y técnico-productivas, dos acciones que claramente tienen que ver con los resultados de la empresa, convirtiéndose así la formación en una parte estratégica de las compañías.
– Desde el punto de vista de la gestión de los costes, se observan prácticas en las empresas dirigidas a capacitar al formador interno para que sea éste quien replique la actividad formativa en el seno de la organización. Este tipo de prácticas se completan con contenidos de formación e-learning (microcápsulas, podcasts, vídeos…) y el recurso al trabajo colaborativo online en el que formadores y mentores internos dinamizan y tutorizan la actividad formativa de los compañeros. La empresa externaliza el diseño pedagógico, la formación de formadores y el diseño de contenidos, pero imparte y trabaja los contenidos con recursos propios.
– También se observan en este sentido prácticas que tienden a sistematizar la gestión del conocimiento, para que el mismo esté disponible para todo aquel que lo requiera.
– Desde el punto de vista de la gestión de los presupuestos, empieza a surgir una preocupación creciente en las compañías por optimizar el uso del crédito de la formación de demanda, por entender de qué modo pueden utilizarse los Permisos Individuales de Formación (PIF) o saber de qué modo pueden acceder a subvenciones formativas acordes a sus necesidades e intereses.
– Por último, destaca el escaso calado que tienen todavía en las empresas algunas de las medidas derivadas de la última reforma laboral, como son el nuevo modelo del contrato para la formación y el aprendizaje o las primeras convocatorias para recibir formación dual.
