Los convenios colectivos como alternativa a la legislación laboral

“El dinamismo de los acuerdos entre los interlocutores sociales en nuestro país ha supuesto un hito tanto en las negociaciones bilaterales entre organizaciones empresariales y sindicales como en las tripartitas, con la suma del Gobierno”. Así lo ha afirmado Pepe Álvarez, secretario general de UGT, durante la celebración de Now, evento organizado por Peoplematters en el que el sindicalista ha expuesto su visión del mercado laboral, de las relaciones entre las partes y del futuro de las principales reformas acordadas ante la convocatoria electoral.

En concreto, Álvarez ha hecho un repaso de los logros de la negociación colectiva durante la actual legislatura así como de otras cuestiones relacionadas, por ejemplo, con la subida del SMI, la posición del sindicato ante la falta de mano de obra en determinados sectores y la nueva normativa de las bajas por enfermedad:

1. Reforma laboral con un consenso “inaudito” en una cuestión que ha permitido disminuir la temporalidad de un 28% a un 14% y generar empleo a través de los contratos discontinuos. También supone el contexto para reforzar el valor de la negociación colectiva de cara a que los convenios colectivos se conviertan en una alternativa a la legislación laboral.
2. Acuerdo con la parte empresarial en materia de revalorización de las pensiones y exclusivo entre los sindicatos sobre la financiación de la Seguridad Social. Con perspectiva 2050 el destope de las cotizaciones nos hará más competitivos. El diálogo sobre la flexibilización de las fórmulas de jubilación ha de seguir abierto en la línea de lo adoptado por países como Alemania y Portugal.
3. Nueva normativa en materia de bajas por enfermedad con el objetivo puesto en reducir la duración de las mismas, especialmente en los casos de baja por accidente no laboral. Frente a los 35 días de duración media de una baja por accidente laboral, los no laborales ascienden a 66, siendo un problema directamente relacionado con el, a su juicio, deficiente sistema público de salud. Se presenta la oportunidad de aprovechar la calidad asistencial de las mutuas para que intervengan en el seguimiento de los procesos, reservando las altas y las bajas para los médicos de atención primaria.
4. En materia de igualdad, la brecha salarial se ha reducido vía incremento del SMI, sobre todo en el colectivo de mujeres de más baja cualificación. No se puede decir lo mismo de las trabadoras de alta cualificación, cuya desigualdad no se ha reducido en la misma proporción que para las sujetas a condiciones de un convenio colectivo. Reconoce el “atasco” en la tramitación de los planes de igualdad derivados de las exigencias de la ley, admite las dificultades para asumir la actividad que implica su volumen con cargo a la cuota de los afiliados y reclama al Gobierno una dotación presupuestaria específica porque “en ningún caso vamos a firmar planes sin revisar o aquellos en los que no hayamos participado”.

Asimismo, ha afirmado que “las reformas acometidas a través de la Reforma Laboral y el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) nos permiten hablar de un “círculo virtuoso desconocido en lo que a mercado de trabajo se refiere”. Y en esta misma línea ha querido recordar que “el tiempo ha demostrado que la ciencia económica es discutible, incluso a corto plazo”, y España ha hecho valer su capacidad de crecimiento a pesar de las previsiones pesimistas creando empleo y mejorando la calidad de los contratos y los índices de temporalidad. “No podemos hablar de estar en una situación óptima, pero todos los indicadores económicos actuales son mejores de los esperados”.

No a la contratación en origen

Pepe Álvarez ha reconocido que “la tasa de desempleo es un anacronismo” y que el colectivo prioritario del sindicato son los 3.500.000 de desempleados (3.000.000 según la EPA más 500.00 en situación de irregularidad en España). “Ellos son nuestra principal razón para oponernos a la contratación en origen. Mientras haya oportunidades de perfiles en nuestro país no es oportuno recurrir a contratar en otros mercados”.

A su juicio, el problema reside en que los servicios públicos de empleo no funcionan ni en materia de acompañamiento curricular, ni de orientación profesional ni de formación. Tampoco tiene instrumentos para detectar las demandas del mercado laboral del futuro.