«Las virtudes humanas están íntimamente relacionadas y conectadas. Crecen todas al mismo tiempo y ninguna llega a ser perfecta sin el desarrollo de las otras. Por eso, el esfuerzo por adquirir una virtud determinada hace progresar a todas las demás». Y por eso también el liderazgo es un ejercicio de coherencia, porque se expresa con virtudes que se ratifican entre sí. Nada más y nada menos se puede esperar de la honestidad, el respeto y la confianza, que Pablo Gutiérrez Merellés, experto en liderazgo y gestión de equipos y autor de «Aprende a sumar», analiza en el artículo «Los tres pilares del liderazgo» publicado en el último número de la revista ORH.
«Piensa en qué sentirías si tuvieras un jefe que miente a los clientes (no es honesto), que falta al respeto a tus compañeros o que no confía en ti. ¿Qué harías? Creo que lo tenemos todos claro. Sin tener afianzados estos valores fundamentales, es difícil que podamos vivir el resto de los valores y ser creíbles para el equipo. Sin estos valores no podemos gestionar ni hacer equipo». Con semejante introducción sitúa Pablo al lector frente al espejo de sus acciones. No esperes de los demás lo que no te aplicas a ti mismo es el lema de la vida en general que tanto más necesario es cuanto más visible es nuestro rol en ella.
Este artículo es la continuación del primero de la saga, publicado en el número anterior, con el que cierra el círculo de tres virtudes más una del liderazgo: la honestidad, el respeto y la confianza + la humildad.
→ Honestidad
Proceder con honestidad es una decisión personal y se incorpora a la forma de vida de cada uno; es un código no escrito pero permanente en nuestro proceder. Nadie quiere estar en un equipo donde el líder no es honesto. Rehuimos de un líder que engaña, que miente, que no tiene ética.
→ Respeto
Sus bases tienen que ser profundas para que el equipo siga al líder y éste lo consigue arrimando el hombro, ayudándole en lo que le haga falta a él como colectivo y a cada uno de sus miembros, siendo leal, confiando, y hablando claro y con sinceridad.
→ Confianza
El equipo siempre primero. Porque la red debemos ser nosotros… siempre. La confianza es un sentimiento, no una instrucción ni una directriz. Para resultar confiables es importante transmitir seguridad en uno mismo, delegar, reconocer la aportación de cada uno y no juzgar.
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