Si la Inteligencia Artificial (IA) ha demostrado ser un motor de cambio en 2023, en el recién estrenado año pretende ir más allá. Así lo evidencia el Consumer Electronics Show (CES), la mayor feria tecnológica del mundo, que se celebra anualmente en Las Vegas (EE.UU.)-, cuyo lema de este año es: “A.I for all”, que se traduce como “IA para todos”. Y es que, las tendencias hablan: 2024 será el año de la integración de la IA, también en RH. Es más, muchas de las propuestas innovadoras que se presentan este año en este prestigioso congreso tecnológico ofrecen respuestas para la escasez de talento en sectores críticos.
La IA se consolida en esta edición como una realidad omnipresente en los nuevos productos y servicios de la multitud de empresas participantes en el congreso de Las Vegas. Los fabricantes y desarrolladores, obsesionados por dar respuesta con soluciones tecnológicos a los diferentes problemas de la sociedad del mundo desarrollado, han abierto una interesante vía de trabajo ante la demanda de personal profesionales que no encuentra respuesta en ciertos sectores.
En España, por ejemplo, hay problemas para contratar personal dispuestos a trabajar en el sector restauración. Los camareros, una de las piedras angulares donde se soporta el sector servicios, escasean cada año. Salarios bajos, horarios interminables y el factor estacional del servicio en muchos casos, dificulta la contratación. ¿Podrían ser los robots automatizados una respuesta eficiente a esta situación?
Richtech Robotics, una compañía que trabaja para automatizar procesos en el sector alimentario- ha presentado en el CES a ADAM, su robot barista. Más allá de acaparar miradas de asombro por su excelente manera de elaborar casi cualquier bebida y por su experiencia con el cliente, plantea, de nuevo, un debate sobre cómo la IA afectará a la fuerza laboral.
Meng Wang, cofundador de la startup de tecnología alimentaria Artly Coffee, asegura que sus robots baristas autónomos pueden ayudar a cubrir la escasez de mano de obra en la industria de servicios. “Los camareros tienen un trabajo duro, laborioso y en al que hay que dedicar muchas horas. El salario no es tan bueno. Nuestro objetivo no es destruir empleo sino dar respuesta a una necesidad del mercado laboral. Cada vez hay menos personas interesadas en realizar ciertos trabajos que siguen siendo necesarios».
Es conveniente no sacar conclusiones precipitadas y entender las reglas de juego de la Revolución 5.0: a pesar de la automatización, impulsada por tecnologías como la IA generativa y el aprendizaje automático, los seres humanos seguirán siendo esenciales para garantizar la eficacia de los procesos, especialmente en situaciones más complejas.
La clave está en entender que hay delegar en la IA las tareas repetitivas para que las personas se encarguen de aquellas que requieran mayor creatividad. Norberto Mateos, CEO de Intel en Iberia, afirma: «la IA no va a quitarnos el trabajo en los próximos años. Pero sí creo que, si no la usamos, alguien que sí la use puede quitarnos el trabajo».
El entorno del futuro con IA
Existe un consenso sobre la necesidad de adaptarse y utilizar esta tecnología para mantenerse competitivos en el mercado laboral. La tecnología está demostrando ser más que una herramienta; es un compañero de trabajo. Aunque los algoritmos aún no asumirán decisiones finales en la gestión de personal, se espera un aumento significativo en su aplicación en diversas áreas, como la planificación de horarios, la evaluación del rendimiento, el monitoreo de la productividad y su interacción con el conjunto de datos voluminoso de la empresa, entre otros aspectos.
2024 se presenta como el año en el que las empresas deben empezar a tomarse en serio la implementación de la IA generativa en sus propias fuentes de datos internas. Preparar y formar a la plantilla en habilidades analíticas y de datos, para afrontar el entorno laboral del futuro, ha de ser una prioridad para lograr una adaptación satisfactoria. Aquellos que descuiden este aspecto, corren el riesgo de quedarse rezagados frente a la competencia en un entorno empresarial cada vez más impulsado por la información.
En definitiva, la toma de decisiones basada en datos seguirá siendo el núcleo de las empresas del mañana. Aquellas que logren transformarse con éxito y estén preparadas para aprovechar la IA generativa serán aquellas que respalden activamente la mejora y el reciclaje de habilidades de sus empleados. La magnitud del temor hacia una imparable IA dependerá, como siempre, de cómo la sociedad aborde esta nueva era y de cómo emplee esta tecnología. Mientras, seguiremos sorprendiéndonos con el desarrollo de máquinas humanoides que debemos conseguir, sean creadas para mejorar la calidad de vida de las personas.