Pocas mujeres directivas y menos aún dispuestas a aceptar puestos que impliquen una movilidad internacional. Según el informe Global Thinking. La batalla por el talento, elaborado por ERES Relocation Services y el IRCO-IESE, el porcentaje de mujeres que aceptan este tipo de procesos se encuentra en torno al 20%. Esta cifra, además de ser muy inferior a la del porcentaje de hombres que aceptan esta oferta (80%), no ha evolucionado mucho en los últimos años. Según datos recogidos por Cartus en el informe «Trends in Global Relocation 2013», el porcentaje de expatriaciones femeninas en 2007 se encontraba en un 21%, que descendió hasta un 19% en 2010, aumentó hasta un 24% en 2012 y volvió a ser de un 21% en 2013. El estado civil sigue pesando, y mucho, en las mujeres a la hora de tomar la decisión de aceptar una movilidad internacional. Así, del 20% total de mujeres que aceptan salir fuera de su país de residencia, solo un 9% están casadas, un 8% están solteras y un 3% tienen pareja. Sin embargo, un 56% de los hombres que se expatrian están casados, un 21% son solteros y un 4% tienen pareja. Diversos estudios confirman estas palabras, ya que según datos analizados la mujer se siente más responsable de su casa y familia, de modo que prefiere la estabilidad familiar frente a su desarrollo profesional.
Entre las causas más comunes por las que una mujer rechaza este tipo de procesos podemos destacar dos:
- El hecho de que su marido/pareja tenga que dejar su puesto de trabajo para acompañarlas suele provocar un rechazo a la asignación internacional, algo que no ocurre al contrario. Son muchas más las mujeres que acompañan a sus maridos durante procesos de movilidad geográfica laboral que viceversa.
- Existen ciertos países de destino con culturas muy diferentes – especialmente destinos musulmanes – en los que una mujer se sentiría menos cómoda que un hombre, de ahí que muchas mujeres rechacen este tipo de asignaciones.
Esta diferencia también está relacionada con la desigualdad existente entre hombres y mujeres en los puestos directivos. El estudio «La mujer directiva en España», elaborado por PwC junto a la plataforma Isotes -grupo de mujeres profesionales cuyo objetivo es conseguir que el porcentaje femenino que ocupa puestos de dirección en España llegue al 30% en el año 2020 – demuestra que actualmente el porcentaje de mujeres que ocupa puestos directivos funcionales es del 19%, y el de mujeres que ocupan puestos de alta dirección del 8%. Dado que los procesos de movilidad geográfica laboral han estado, hasta el momento, enfocados a puestos directivos, es lógico que el porcentaje de mujeres sea muy inferior al de hombres, dada su inferioridad en estos puestos de trabajo.