La actual crisis sanitaria y económica ha provocado que un elevado número de empresas en España hayan aplicado ERTE a ocho millones de trabajadores, entre asalariados y por cuenta propia. Una medida temporal que, según la normativa, se mantendrá hasta el 30 de septiembre de 2021, con el objeto de extender esta medida de protección social y del empleo que se ha mostrado transcendental ante la pandemia.
En este contexto, los planes de rentas o planes de prejubilación se plantean como una solución muy eficaz y menos agresiva para llevar a cabo los necesarios reajustes de fuerza laboral que necesita la recuperación económica. Aunque el 46% de las empresas recurrió a despidos colectivos, un 20% lo realizó con acuerdos voluntarios de prejubilación, un 6% más que el año pasado. Así lo destacaron Gloria Villar y Rosa Farré, directora del área laboral y responsable del área de desvinculaciones de Mercer España, respectivamente, durante la sesión virtual en la que presentaron los resultados del Estudio de Mercado sobre Desvinculaciones 2021.
“Los acuerdos voluntarios de prejubilación son un procedimiento menos costoso, ya que un despido masivo tiene un mayor impacto financiero en las empresas, que tienen que pagar el plan social obligatorio, no siendo así en las salidas voluntarias. Generan además mejor imagen y paz social en la empresa ya que el empleado que se retira voluntariamente se abstendrá por lo general de hacer comentarios negativos sobre su antiguo empleador y no provocan un aumento del desempleo ya que el contrato de trabajo se termina de mutuo acuerdo”, explica Villar. Según Farré “Es muy importante ofrecer información suficiente al empleado para que pueda valorar la posibilidad de su salida, tanto de lo que va a percibir del plan de rentas, como a qué edades se puede jubilar y qué pensiones tendrá del plan de Empresa y de la Seguridad Social. Cada vez más empresas están implementando sistemas a medio plazo para poder financiar estas salidas y evitar el impacto anual en la cuenta de resultados, así como poder ordenar de manera sistemática las desvinculaciones futuras”.
El documento, que Mercer España lleva elaborando desde 2012, en esta edición analiza 142 procesos de desvinculación llevados a cabo por 102 empresas, de las cuales el 71% son multinacionales y el 29% nacionales. Este es el primer año en el que se incluye el análisis desglosado por sectores: de las compañías analizadas, el 34% pertenece al sector financiero y gran consumo, un 20% al Industrial, un 17% son de servicios y tecnología, un 16% del sector automoción y empresas auxiliares y un 13% de los sectores químico y farmacéutico.
Es importante destacar, en el caso de los despidos colectivos, el incremento del ajuste medio de las plantillas mediante las prejubilaciones, pasado del 9% al 11% respecto el estudio del año pasado.
En cuanto a la edad de acceso a los planes de renta, el estudio refleja que, tanto en despidos como en bajas voluntarias, la edad elegida es entre 57 y 59 años, con más del 45% de las empresas en este rango, aunque hay una marcada tendencia respecto el año pasado a realizarse por debajo de los 57 años. “Existen dos sectores que están recurriendo a las prejubilaciones en unas franjas de edad muy concretas: el químico- farmacéutico y el financiero, ya que un 50% está saliendo entre 55 y 56 años. El sector que está prejubilando a gente más mayor (por encima de 60) es el sector Industrial y el que están prejubilando con edades más tempranas (menor de 54) es el financiero”, concreta Rosa Farré.
Las desvinculaciones en caso de despido suelen calcularse sobre el salario neto –un 88% de empresas así lo hacen—, siendo la suma del fijo más variable la más utilizada con un 68%. En las bajas voluntarias, el 63% de las empresas lo calculan sobre el salario bruto y la gran mayoría lo hace también añadiendo el fijo más variable. «El porcentaje a complementar en ambas opciones es muy similar; vía despido el 34% lo realiza desde el 75% al 80% del salario neto, pero con una clara tendencia a complementar diferentes porcentajes en función de las edades de salida. Hay tres sectores muy marcados en esta tendencia, por ser actividades que están rejuveneciendo mucho las plantillas: químico-farmacéutico, automoción y financiero. También vemos un incremento en complementar porcentajes inferiores al 75%. En cuanto a las bajas voluntarias, el 33% está complementado entre el 70% y el 75% del salario bruto y un gran número de empresas ya está utilizando también la opción de diferentes porcentajes en función de las edades de salida», apunta Rosa Farré.
Por último, el porcentaje de revalorización de los complementos se sitúa cada vez más en el 1%, tanto en despido como en bajas voluntarias, y entre el 60% y el 80% de las empresas financia estas desvinculaciones mediante compañías aseguradoras, con seguros colectivos en la gran mayoría.