La cultura organizacional se construye estableciendo conexiones entre los propios empleados, así como entre estos con sus gerentes y con la misión de la empresa. A pesar de ello, la comunicación es excepcionalmente difícil para los trabajadores esenciales, que a menudo se encuentran dispersos y tienen acceso limitado a la tecnología. El 63% de los trabajadores afirma que los mensajes de los responsables de la empresa no le llegan, y un tercio opina que su voz no se escucha cuando intenta comentar los problemas del lugar de trabajo.
La radical transformación del mercado hacia una nueva era de trabajo híbrido no debe olvidarse de los trabajadores esenciales que están en el terreno. Un 88% de las empresas cuenta con empleados en estos roles esenciales, sin embargo, se sienten desatendidos por la tecnología y desconectados de su organización. La digitalización debe incluir a todo el tejido productivo, poniendo especial atención a los trabajadores esenciales, que están en la primera línea, para que ese cambio que demanda la sociedad sea realmente efectivo.
Según el último Índice de Tendencias Laborales de Microsoft, centrado en la fuerza laboral de primera línea, el 76% de los trabajadores se siente parte del equipo, en cambio, más del 60% dice que su empresa debería priorizar mejor la cultura y la comunicación desde la dirección. El informe apunta la necesidad de impulsar la capacitación de esta fuerza laboral, priorizando la comunicación y el bienestar. No en vano, aglutina a más de dos mil millones de personas de la población activa en todo el mundo y abarca todo tipo de sectores: desde la sanidad hasta la fabricación, pasando por el retail o la hostelería. En este sentido, la tecnología ha adquirido gran relevancia para empoderar a un colectivo que representa el 80% de la mano de obra mundial, lo que se refleja en una tendencia al alza en la inversión de las empresas en herramientas digitales para modernizar los flujos de trabajo, optimizar el rendimiento laboral, mejorar la colaboración, y crear una cultura saludable.
El estudio revela que estamos en un punto de inflexión para que los negocios actúen sobre lo que podíamos considerar la columna vertebral de comunidades y economías de todo el planeta, apoyándose en la tecnología para alinear el bienestar y el crecimiento de estos perfiles con los resultados empresariales. Aporta diversos datos clave para diagnosticar el sentir y las necesidades de casi todos los segmentos de la población activa:
- La cultura del cuidado es la nueva moneda de cambio: el 76% de los trabajadores se siente parte del equipo, en cambio, más del 60% dice que su empresa debería priorizar mejor la cultura y la comunicación desde la dirección. Además, el 51% de los que no ocupan puestos directivos no se considera valorado como empleado.
- Los trabajadores esenciales valoran la posibilidad de un cambio: en medio de lo que se ha denominado como la “Gran Reorganización”, los trabajadores citan mejores salarios y beneficios, equilibrio entre el trabajo y la vida personal y flexibilidad como razones para sopesar un cambio de trabajo.
- El optimismo por la tecnología es alto: el 63% de los trabajadores que están en el terreno están entusiasmados con las oportunidades profesionales que crea la tecnología, ocupando esta el tercer puesto en la lista de factores que, en su opinión, podrían ayudar a reducir el estrés laboral.
- Existe la oportunidad de cerrar la brecha entre tecnología y capacitación: el 46% acusa la presión para adaptarse a las nuevas herramientas digitales o teme perder su trabajo, mientras que el 55% asegura que ha tenido que aprender sobre la marcha, sin entrenamiento ni práctica formal.