La crisis del coronavirus cambiará radicalmente la forma en la que se gestionan los recursos humanos dentro de las organizaciones. Ana del Val, directora de Recursos Humanos de L’Oreal en la fábrica de Burgos, admite que el impacto de la pandemia en la economía y el empleo será de gran magnitud, como lo muestran diversos estudios e informes de organismos internacionales. Ante esta nueva realidad inesperada, es esencial una llamada a la responsabilidad de instituciones, administraciones, empresas, sindicatos y trabajadores. Y es que esta crisis, unida a la revolución digital, va a provocar profundas transformaciones, especialmente en la gestión de los recursos humanos. “No sabemos todavía cómo va a cambiar, pero seguramente se crearán entornos más seguros, donde los empleados se sientan protegidos, con una potenciación del uso de la tecnología en nuestro día a día, ya sea para trabajar desde casa, para relacionarnos entre nosotros, para organizar reuniones, formaciones … claramente el uso de las herramientas informáticas que nos permiten desarrollar nuestras funciones fuera del lugar de trabajo y mantener las relaciones de equipo y nuestra conexión con el resto de la organización se va a multiplicar de ahora en adelante”.
Pero, a juicio de Del Val, el cambio no sólo vendrá por la tecnología, sino también por la forma en la que nos organizamos nosotros mismos. “Creo que todos tenemos que ganar en autonomía y responsabilidad, saber organizar nuestras prioridades en el corto y medio plazo, mantener el espíritu de equipo, la cooperación y la motivación en la distancia. Es un reto y una oportunidad para todos, para nuestro crecimiento personal y profesional. Todo esto va a suponer un desafío, sobre todo, para los managers, que deberán ser impulsores y animadores de estos “New Ways of Working”. Es previsible también una modificación en las estructuras de las empresas. “En el mundo VUCA que vivimos y en plena Cuarta Revolución Industrial se hablaba ya de estructuras más líquidas, más flexibles, con equipos multidisciplinares trabajando de forma transversal en proyectos de innovación, de anticipación o de rápida adaptación para ganar en eficacia y competitividad. Pues bien, la puesta en marcha de estos modelos se acelerará”.
Todos estos cambios requieren del impulso y la presencia de recursos humanos en todas las áreas. Según Del Val, la buena noticia es que los profesionales de esta área ya llevan trabajando desde hace tiempo en muchas de las transformaciones que se están produciendo. En primer lugar, la gestión del talento y del cambio va a demandar centrarse en el desarrollo de ciertas competencias. Habrá que buscar y desarrollar los perfiles más “deseados” y, al mismo tiempo, trabajar en la adaptación de perfiles que ya están en la organización, pero cuyas funciones se están viendo afectados.
El ámbito de la formación y el desarrollo jugará un papel determinante en esta transformación del mundo del trabajo. “Trabajamos ya desde hace años en el desarrollo de herramientas formativas online que permiten una auto gestión de nuestra formación. A partir de ahora estas herramientas se verán reforzadas por métodos de aprendizaje presenciales vía canales de comunicación digitales y la adquisición de nuevas competencias y el reskilling van a ser claramente prioritarios”, resalta. Finalmente, el diálogo social tendrá que evolucionar para buscar nuevas soluciones a situaciones inesperadas de forma rápida y eficaz, integrando medidas de flexibilidad y de adaptación en la organización y dimensionamiento del trabajo, en la gestión inteligente de los beneficios o en la distribución de los tiempos de trabajo, entre otros.
Elección de los mejores candidatos
Las herramientas tecnológicas deben estar al servicio de la agilidad y la eficacia de los procesos de selección. Sin embargo, la experiencia del candidato debe seguir siendo la parte central de todo el proceso de reclutamiento e integración de cualquier nuevo colaborador. “En L’Oréal contamos ya desde hace más de 15 años con una competición a nivel global llamada Brandstorm que se basa en la innovación y el talento individual y colectivo. El objetivo es reclutar el mejor talento e incentivar a los alumnos que se presentan con un reto de actualidad distinto cada año. Este año, por ejemplo, el proyecto ha sido el de contribuir a un futuro sin plástico en la industria de la cosmética. En España han participado alrededor de 200 alumnos de 53 universidades distintas, con una selección de 6 equipos finalistas que participarán en la final internacional compitiendo con otros 64 países. Brandstorm aporta un conocimiento mutuo, ya que alumnos y equipo de reclutamiento van de la mano durante todo el proceso. A los equipos de recursos humanos les permite conocer a los candidatos a través de una experiencia de negocio que ayuda a saber de primera mano muchas de sus competencias, además de una fuente adicional de innovación y creatividad. Para los alumnos y candidatos su participación supone una experiencia en un contexto de empresa, situaciones y retos “reales” de negocio que les permite conocer el mundo L’Oréal, a sus equipos y sus valores e imaginar su carrera profesional con nosotros”, cuenta como ejemplo.
Sobre las destrezas que se van a demandar en las empresas tras la Covid-19, Ana del Val apunta que se dividirán en dos. Las competencias técnicas permitirán a los profesionales estar alineados con la evolución de las tecnologías, los canales y las formas de comunicación con los clientes y consumidores, y las denominadas soft skills, que son clave para el desarrollo y evolución de las organizaciones. Entre las de mayor importancia, subraya la resiliencia, ya que, como ha demostrado la crisis del Covid-19, se necesitan personas con una gran capacidad de adaptación ante escenarios cambiantes y dinámicos, que sean autónomos en su día a día y que sean capaces de auto-motivarse y motivar al equipo. También resalta el valor de otras habilidades como el inconformismo, el espíritu crítico y la capacidad de innovación, así como la generosidad, el espíritu de equipo y la capacidad de comunicación.
Uno de los temas en el punto de mira de las organizaciones es el talento digital. Para atraer este tipo de perfiles, Ana del Val afirma que es necesario “crear un entorno retador y con un propósito claro. Esto significa, por un lado, desarrollar una estrategia digital líder, innovadora y rompedora y hacerlo en un ambiente de trabajo que favorezca y priorice la innovación, la creatividad y el aprendizaje. Por otro, es importante reconocer tus valores personales en los valores de la empresa. Todo esto con un enfoque digital de los procesos de reclutamiento y experiencia del candidato. Hay que romper con el enfoque tradicional de reclutamiento pensado para otros tiempos y otros perfiles”, puntualiza.
La retención del talento digital es un on going concern y forma parte de la gestión del talento de cualquier organización y, para ello, como para otros perfiles, es fundamental contar con proyectos ambiciosos de transformación digital, promover la experimentación y contar con un entorno en el que puedan aprender carreras profesionales retadoras, aunque también cabe preguntarse sobre la riqueza que nos aporta la “libre circulación” del talento. Un talento que se ve expuesto a diferentes escenarios, retos, gestión de equipos diversos y multidisciplinares.
Apoyo al programa STEM Talent Girl
Desde el inicio de STEM Talent Girl, la fábrica de Productos Capilares L’Oreal lleva apoyando el programa como partner estratégico. Según cuenta, el motivo por el que decidieron colaborar con este proyecto fue estar totalmente alineados con los valores que se defienden en la empresa. Por un lado, porque está vinculado a un tema como la educación, un derecho fundamental y uno de los pilares de desarrollo para el grupo a través de la Fundación L’Oreal. Por otro lado, el programa se centra en la ciencia, la innovación y la tecnología, cimientos de la compañía fundada por el químico Eugène Schueller hace 110 años. Y, finalmente, porque defiende la igualdad de oportunidades, con la que “estamos firmemente comprometidos”.
Además, este programa viene a reforzar otros que el Grupo L’Oreal tiene ya desarrollados y por lo que es también reconocido a nivel internacional como, por ejemplo, el programa “For Women in Science”, impulsado hace más de 20 junto a la Unesco, con el fin de dar visibilidad a las mujeres científicas del mundo e incentivar las vocaciones por la ciencia en las generaciones futuras. En estos años se ha logrado apoyar a más de 3.000 investigadoras en 115 países y han sido premiadas 102 científicas, entre ellas la científica española Margarita Salas.