La promotora inmobiliaria Mirvac ha anunciado los resultados de su prueba piloto para adaptar a las nuevas necesidades del trabajo en remoto su sede corporativa de 1.200 metros cuadrados en Sidney (Australia).
Este ensayo, cuyo objetivo era atraer de nuevo a los empleados a las oficinas utilizando el rediseño de espacios, ha culminado con un 88 por ciento de satisfacción entre los colaboradores y una media del 40 por ciento de la plantilla reubicada de forma voluntaria en el espacio físico.
Para este experimento, iniciado hace un año, la empresa australiana diseñó varias zonas de trabajo flexible que fueron reconfiguradas hasta doce veces por los trabajadores siguiendo sus recomendaciones y su propia experiencia de uso.
Por ejemplo, tal y como reporta en su página la proveedora también australiana Technology Decisions, se introdujo mobiliario móvil sobre ruedas o fuentes de energía y de datos sin cables para facilitar que los equipos modificaran en cualquier momento y a su conveniencia el espacio, según el tipo de actividad que realizaran.
La configuración más habitual elegida por estos fue la de habitación con forma de herradura y mesa compartida para facilitar la colaboración y la generación de ideas. También se instalaron cabinas telefónicas para solucionar los problemas tradicionales de sala para videoconferencias.
Hasta que no se trabaja en el espacio físico no se sabe si una idea funciona
El experimento, titulado en español El espacio de trabajo adaptable: diseñar la oficina del futuro sirvió para que la compañía descubriera que las ideas y propuestas sobre el papel de los empleados no siempre se corresponden con sus necesidades reales una vez en el propio espacio físico. Así, a petición de la plantilla, se instalaron taquillas y mesas de trabajo individuales, con ratón y pantalla cada una, que luego apenas tuvieron utilidad.
Asimismo, esta iniciativa ha puesto de manifiesto el impacto que este tipo de intervenciones tiene para la propia cultura de trabajo de una organización y cómo la oficina de toda la vida puede cambiar para cumplir funciones más innovadoras. En este caso, fomentar el contacto humano y el sentido de pertenencia integrando de manera natural el trabajo en persona y en remoto.
En ese sentido, la participación de los equipos no ya trabajando en el espacio físico sino participando directamente en su diseño ayuda a incrementar la vinculación y la productividad.
Cada cuatro o seis semanas se hacía rotar a las diferentes unidades de negocio para tener un análisis completo y variado del espacio. Se estudió también el distinto comportamiento de los líderes con sus equipos. Solo en el primer mes del experimento aumentó la ocupación de las oficinas en un 18 por ciento.
Fotografía de Mirvac