En busca del coworking perfecto: criterios y beneficios para la plantilla

Pavel Ramírez24 febrero 20236min
Coworking

Cada vez más empresas apuestan por el modelo híbrido de trabajo. Y, para ahorrar costes innecesarios, muchas de ellas recurren a un coworking en lugar de una oficina tradicional, tanto para días usuales como cuando el teletrabajo ocupa más de dos días a la semana. Algo que no solo sucede en grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, o los ecosistemas punteros de empresas tecnológicas, como Valencia o Málaga.

«España es el quinto país del mundo en oferta de coworkings», tal y como explica Cristina Sanandrés, CEO y Cofundadora de eekox, una empresa dedicada a la gestión de espacios de trabajo flexibles para las organizaciones y que actualmente oferta ya en 25 ciudades. «De hecho, en España hay unos 1.500 espacios operativos, prácticamente en cualquier núcleo urbano de más de 20.000 habitantes«, añade. Por eso, cabe preguntarse: ¿cómo escoger el coworking perfecto, adaptado a las necesidades particulares de cada empresa?

Para empezar, Sanandrés distingue entre criterios prácticos (más orientados a la plantilla) y corporativos (lo que busca la empresa en este tipo de espacios):

Criterios prácticos
  1. Ubicación o facilidad para llegar. Especialmente en grandes ciudades, los espacios con malas conexiones de transporte suelen perder puntos a la hora de buscar coworking.
  2. Instalaciones y equipo. Si el objetivo es trabajar físicamente en un mismo espacio, se debe contar con todas las facilidades técnicas, desde una conexión a internet apropiada hasta enchufes suficientes (y accesibles) para todos. Una pantalla en la que proyectar el ordenador también se agradece.
  3. Áreas comunes. Disponer de comedor, un office completo (con microondas y café) o una terraza para despejarse de vez en cuando es un must para los empleados.
  4. Servicios extra. Al ser espacios de trabajo en los que se puede estar todo el día, nunca está de más que haya posibilidad de ir allí mismo a la piscina, al gimnasio o disponer de una sala de juegos.
  5. Confort. Desde las sillas (muchos espacios no disponen de asientos adecuados para una jornada laboral), hasta el aire acondicionado o el tamaño disponible entre los puestos de trabajo del pool.
  6. Atención al usuario. Si a una empresa le tratan bien, siempre es más probable que vuelva o sea cliente fijo de un espacio concreto.
Criterios corporativos
  1. La COMUNIDAD (con mayúsculas). El usuario de espacios flexibles busca entornos en los que pueda crecer aprendiendo y buscando el apoyo de otros coworkers.
  2. El networking, es decir, el ecosistema de coworkers busca ampliar sus redes para buscar sinergias y oportunidades win-win.
  3. La imagen y categoría del espacio. Muchas empresas o profesionales necesitan que la imagen del espacio esté a la altura de lo que sus clientes esperan.
  4. El entorno. Si el modelo de coworking busca mejorar el balance personal, ello implica actividad fuera del espacio de trabajo, desde comer en un sitio que sea del gusto de la plantilla, hasta ir de compras o que esté cerca de servicios como una guardería.
  5. Y, por supuesto, el presupuesto disponible, aunque es verdad que los precios se mueven en una horquilla no demasiado amplia. En su mayor parte, dependen de si hablamos de jornadas puntuales o un espacio de trabajo recurrente.

Teniendo en cuenta estos criterios previos, comienza la búsqueda propiamente dicha. Para ello, desde eekox recomiendan tener en cuenta dos variables adicionales, «la disponibilidad tanto en fechas como en necesidad de espacios y, muy importante, los requisitos de seguridad (por ejemplo en las redes y comunicaciones), privacidad y confidencialidad», en opinión de Sanandrés.

Todo ello, teniendo siempre presente qué tipo de perfil tiene cada empresa. Sanandrés los divide en dos grandes grupos más o menos homogéneos: «Aquellos que, por diferentes motivos, trabajan full-time en coworkings; y aquellos, usuarios de empresa medianas y grandes principalmente, que han adoptado un modelo híbrido que combina oficina, hogar y coworking. En este último caso, lo habitual es que el uso de coworkings sea de 2 o 3 días por semana».

En ambos casos, los beneficios del coworking para la plantilla son similares. «El primero es mejorar el engagement, el orgullo de pertenencia, favoreciendo la retención del talento. Hay estudios que elevan hasta un 50% la capacidad de retención de las empresas que ofreceneste beneficio. Pero además, también incrementa sensiblemente la productividad de los profesionales y, por lo tanto, la competitividad de la empresa», concluye Sanandrés.


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