Según las estimaciones de McKinsey, en 2015 más del 30% de la población activa trabajará como freelance dentro del entorno online. Y ciertamente, en un contexto en el que más de la cuarta parte de los trabajos puede realizarse ya de forma remota gracias a la tecnología móvil, y en el autoempleo se impone frente a la caída de las contrataciones, parece que la población activa española empieza a ver en el autoempleo no sólo una alternativa a la escasez de ofertas laborales sino también una serie de ventajas que superan con creces los inconvenientes de trabajar por cuenta ajena, la inestabilidad laboral o las condiciones precarias de los contratos. Así, aunque todavía estamos por debajo de la media europea, situada en un 45%, nos vamos acercando a ella con un 35% de españoles que quisiera convertirse en su propio jefe.
Dichas ventajas, según el #twagotrends elaborado a partir de datos de la UE, son por orden de prioridad:
→ Flexibilidad en la organización y ejecución del trabajo.
→ Amplitud y pluralidad de compañías y proyectos en los que colaborar.
→ Autonomía para tomar decisiones sin tener que estar siempre «bajo el zapato del jefe».