Los tiempos han cambiado, y mucho, desde que los colegios no tenían un ordenador en cada aula, pizarras inteligentes o simples proyectores. Aún recuerdo cuando teníamos que ir al ‘aula de ordenadores’ para ver una película en inglés o aprender a utilizar el programa más básico.

Esto ya no hace falta en los colegios, unos más que otros. En Singapur, a partir de este año, cambia su método de aprendizaje y convierte la programación en una asignatura troncal. Desde los más pequeños, con tres años escasos, aprenderán el desarrollo de ‘computational thinking’.
Con seis años, en el colegio, estarán listos para aprender Scratch y ser capaces de programar. Los niveles serán más bajos pero, a medida que pasen de curso, irá ascendiendo la dificultad de las versiones, hasta llegar a la más avanzada. Para cuando superen la infancia estos niños serán capaces de manejar y controlar el mundo de la programación.
EL VALOR DIFERENCIAL DE SINGAPUR, SU TECNOLOGÍA
Con 5 millones de habitantes, Singapur tiene muy claro que su materia prima no son los recursos naturales, sino más bien sus habitantes y el desarrollo de la tecnología.
Con este proyecto a largo plazo, Singapur quiere convertirse en el primer país inteligente del mundo, en el que la tecnología sea la base de la educación.
Desde hace dos años, los niños ya saben programar y están habituados a tratar con robots o impresoras 3D, considerando los drones como parte de su material escolar.
‘PLAYMAKER’: EL PROYECTO EDUCATIVO MÁS TECNOLÓGICO
‘Playmaker’ está instaurado en 160 escuelas, y ya llega a más de 10.000 alumnos de entre tres y seis años, según revelan las cifras oficiales. El objetivo que tiene marcado el gobierno de Singapur es que los niños empiecen a desarrollar desde pequeños el pensamiento computacional, es decir, que comiencen a razonar con la tecnología. Para ello usan juguetes programables y robots. Luego pasan al programa Code@SG, que está llegando ya a 110.000 alumnos de entre seis y 12 años.