En ocasiones, los factores externos obligan a las empresas, de todos los sectores y tamaños, a cambiar sus métodos de trabajo y adaptarse, por ejemplo, apostando por el teletrabajo. El home office representa una nueva forma de enfocar el trabajo, que abandona rigideces y patrones predeterminados para poner el foco en las personas y las actividades a realizar, y que contribuye además a reducir costes operativos, así como el impacto en el medio ambiente.
1. Buscar el lugar idóneo: Con indiferencia del horario en el que se vaya a desarrollar la labor profesional, es preferible que el espacio escogido esté lejos de televisores y zonas de tránsito, para evitar distracciones e interrupciones.
2. Tener en cuenta el nivel de luz natural y procurarse una buena fuente de luz artificial: La luz es un elemento fundamental de productividad y satisfacción laboral. Cuidar de este aspecto potencia el bienestar, aumenta la creatividad y facilita el desarrollo de las tareas de forma más ágil y eficaz.
3. Mobiliario ergonómico y versátil: En el caso de la mesa además de las dimensiones correctas en función del trabajo a realizar, es importante que cuente con aperturas para el paso de cables. Pueden ser elevables, una tendencia del momento, para poder alternar el trabajo sentado y de pie, generando una buena capacidad de movimiento. También abatibles y fácilmente desplazables. En cuanto a la silla, debe tener un diseño que se adapte a las necesidades posturales y fisiológicas del cuerpo humano.
4. Almacenaje de documentos: El orden es fundamental para los espacios de teletrabajo. La incorporación de elementos que permitan la custodia y clasificación del material de forma sencilla e invisible es un elemento.
5. Soluciones para reuniones por videoconferencia y trabajo colaborativo: La tendencia es la utilización de mesas con formas orgánicas que faciliten las videoconferencias y la comunicación en caso de visita. Asimismo, también es conveniente disponer de una plataforma en la nube para poder trabajar en entornos digitales de colaboración que posibiliten gestionar los recursos en remoto sin necesidad del presentismo.
6. Creación de un pequeño espacio de lectura y relax: Es el denominado softseating, para conseguir
un entorno de paz y cambiar nuestra mente, ya que se ha comprobado que las personas son más productivas e imaginativas si incorporan momentos de relax en su actividad laboral. Es imprescindible hacer un uso también adecuado del color, a través de tonos que incorporen propiedades saludables y añadan confort.
7. Separar el espacio del resto del hogar: Bien por una puerta o utilizando paneles fonoabsorbentes que consigan aislar esta área de trabajo y favorecer la concentración, incluso cuando se produzca en momentos espontáneos de bullicio en el hogar familiar.
8. Compromiso con el medioambiente: Es conveniente incorporar materiales que sean reciclables, evitar plásticos y conseguir que todo el material utilizado papel, tóner, etc. puedan ser depositados en los contenedores correctos, para su eliminación del hogar de manera eficaz. Se deben incorporar luces led para evitar consumos eléctricos desmesurados y apagar todos los equipos para evitar gastar energía de manera innecesaria, cuando no estemos en nuestro home office.
9. Libre de formaldehídos: En el diseño de los nuevos espacios de trabajo en casa, la utilización de materiales libres de formaldehídos es una tendencia clara y posible. Es un compuesto químico que aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades.
10. No perder la relación con los compañeros: Fomentar la relación entre empleados debe ser una máxima y por ello, la incorporación de herramientas de relación es algo fundamental.