El trabajo a distancia se ha instalado en nuestras vidas y en la organización de muchas empresas. En el segundo trimestre de 2021, casi dos millones de personas teletrabajaron en España, según la Encuesta de Población Activa (EPA), y las compañías tienen la obligación de tener en cuenta esta modalidad en sus planes de prevención de riesgos laborales.
La modalidad de trabajo a distancia no está exenta de riesgos que conviene conocer y prevenir, como la fatiga visual o los trastornos musculoesqueléticos.
Como explica José Luis Cebrián, responsable de prevención de Umivale, la recientemente aprobada Ley 10/2021 de trabajo a distancia “ha supuesto una regulación de los derechos de las personas trabajadoras que prestan sus servicios a distancia, y con ello todo lo concerniente a la prevención de riesgos laborales”. Y, al igual que ocurre en la modalidad de trabajo presencial, en la modalidad de teletrabajo el empresario sigue teniendo la obligación de proteger la seguridad y salud de sus trabajadores, por lo que se tienen que establecer los mecanismos necesarios que le permitan garantizar la misma protección para unos y otros.
Porque teletrabajar desde nuestro domicilio presenta numerosas ventajas frente al trabajo presencial, como puede ser ahorrarnos el desplazamiento a la oficina o favorecer la conciliación familiar; sin embargo, esta modalidad laboral no está exenta de riesgos que conviene conocer y prevenir, como “los derivados del espacio de trabajo, como los ergonómicos; los derivados de agentes físicos como la iluminación o temperatura, así como los riesgos organizacionales y psicosociales que pueden derivarse del aislamiento, el tecnoestrés o de la no delimitación del tiempo de descanso”, apunta Cebrián.
Para facilitar la adaptación de los planes de prevención de las compañías a este nuevo marco normativo, Umivale ha elaborado una guía técnica que recoge los principales factores de riesgo derivados del teletrabajo y detalla una serie de recomendaciones preventivas frente a los mismos.
Principales riesgos derivados del teletrabajo
- Trastornos musculoesqueléticos (TME’s) derivados del propio ambiente de trabajo y las condiciones de la vivienda. Para evitarlos se deberá tener en cuenta aspectos relativos al diseño ergonómico de la zona de trabajo, como la altura y superficie idónea de la mesa (siendo especialmente importante que permita la movilidad de las piernas), la silla, el teclado o el reposapiés, entre otros.
- Fatiga visual generada por el uso de pantallas de visualización de datos. Se puede evitar con una adecuada iluminación, evitando reflejos y deslumbramientos y con la conveniente colocación de la pantalla en altura y ángulo de visión.
- Derivados de la organización del trabajo. Habilitar una zona aislada y específica en la vivienda, planificar las tareas y establecer un calendario con los tiempos de trabajo. Evitar realizar tareas domésticas durante el tiempo de trabajo y desconectar fuera de la jornada laboral.
En este sentido, la mutua indica que la empresa debe informar a los trabajadores sobre los riesgos que pueden presentarse, las medidas de prevención y protección a adoptar, así como aspectos organizativos (herramientas y canales de comunicación y de gestión de incidencias, por ejemplo), además de proporcionarles información sobre cómo actuar en situaciones de riesgo grave e inminente.